domingo, 11 de junio de 2006

Belisario, un secundario de lujo

"Belisario", de Jacques Louis David

La historia, como cualquiera de nosotros, también establece sus preferencias. Por eso hay gentes que, a pesar de hacer méritos más que sobrados para protagonizar un capítulo de la Enciclopedia Británica, viven en el más absoluto anonimato histórico. Dicha situación de ostracismo viene dada porque, o bien la era en la que desarrollaron sus andanzas tiene poco “tirón” entre el gran público, o porque quizás tuvieron la desgracia de coincidir con algún otro personaje histórico de más carisma y relumbrón. Y como la historia es más injusta con sus “secundarios” que el cine español con los suyos, resulta verdaderamente difícil para el lector moderno escarbar en determinados acontecimientos históricos interpretados por algunos de aquellos “outsiders” de la historia, a causa de la falta de fuentes contemporáneas y de bibliografía de calidad; una pena, pues esto nos llevaría a perdernos a personajes como Belisario.

Belisario era, como Espartaco, tracio, y por tanto, arrojado, duro y frugal. No conocemos apenas nada de sus primeros años, aunque es más que probable que se alistara pronto en los ejércitos del Imperio Romano de Oriente, más conocido como Bizancio. Sí sabemos con seguridad, en cambio, que le debió de caer simpático a Justiniano desde el principio, porque se ocupó de supervisar su carrera y de aliviar ciertas apreturas económicas que asfixiaban al Belisario de aquellos primeros años. Y éste, agradecido, le devolvió el favor a su emperador. Primero se ocupó de transformar la guardia imperial de Justiniano, los bucelarii, que se dedicaban principalmente a perder el tiempo releyendo las revistas del corazón de la época, en una verdadera fuerza de combate de élite y más tarde, recorrió las fronteras animando a sus escasas guarniciones y dotándolas de armas, pertrechos y provisiones. Cuando estuvo seguro de tener, al menos, alguna posibilidad de triunfo, se lanzó contra el ejército persa e, inexplicablemente, venció. Y digo inexplicablemente porque Belisario, no conquistó para Justiniano ni la mas mísera provincia o población; su gran mérito consistió en no dejarse batir, o como máximo, hacer retroceder, al invencible ejército sassanida tan solo con el uso de su astucia, que no de sus ejércitos, casi ridículos para la tarea que le habían encomendado.

En medio del estupor de sus conciudadanos, Belisario retornó a Bizancio en loor de multitudes pero su “jefe”, que al menos tuvo el detalle de ascenderlo a general, le comunicó que entre sus próximos planes estaba el de irse unos días de vacaciones a la playa y… una tontería sin importancia... quería poner el marcha un programa de recuperación del antiguo Imperio Romano, así que seguro que le dijo a Belisario “…tu verás por donde empiezas”. Y Belisario, diligente, decidió empezar por África. Allí destrozó el reino de los vándalos, capturando incluso a su rey, Gelimero. Desde el norte de África tomó Sicilia y de allí pasó a Italia donde luchó contra los ostrogodos, conquistando la ciudad de Rávena y apresando, de nuevo, a otro rey, Vitigio. Con tantos reyes en el bolsillo, lo suyo sería haberse puesto a jugar al mus pero a Justiniano se le estaba afilando el hígado… Los éxitos de su subordinado estaban empezando a hacerle sombra, y no le debió de tranquilizar mucho que los ostrogodos, locamente prendados de “Beli”, le ofrecieran coronarse como su Rey.

Belisario fue llamado inmediatamente a Bizancio, para que respondiera de no se sabe muy bien qué. Lógicamente, nadie fue capaz de demostrar nada que cuestionara la lealtad del general bizantino, pero éste se fue con la mosca detrás de la oreja, muy poco convencido de que sus esfuerzos se invirtieran en la dirección correcta. Más Belisario era aún era una persona íntegra, y a pesar de los cantos de sirena que le ofrecían ciertas “amistades del último momento” permaneció fiel, y siguió ganando territorios para su emperador, entre ellos, la misma Roma. A su regreso definitivo a Constantinopla recibió el título de "Magister Militum per Oriente", algo así como “super general mega chachi de todos los ejércitos” y en ese cargo se ocupó de defender la capital del Imperio frente al ataque de unos invasores que las fuentes bizantinas definen como hunos pero que seguramente fueran búlgaros.

Cuando ya contaba 57 años y se preparaba para calentar el lomo, de nuevo, a sus viejos enemigos, los persas, fue acusado de participar en una conspiración contra Justiniano. Durante el poco tiempo que estuvo encarcelado, tampoco nadie pudo pobrar su implicación, pero las pocas ganas con que Belisario defendió su inocencia, y su negativa a explicarse ante el Emperador, indicaban a las claras que, si no estaba en el "ajo", al menos no le hubiera importado estarlo... Fue liberado al año siguiente con el compromiso de apartarse de la vida pública. Una leyenda, demostrada como falsa, afirma que Justiniano ordenó dejarlo ciego.

Falleció en el 565 d.C. de la misma manera en la que él mismo se difinía, orgullosamente, en sus últimos años de vida... "pobre, pero en paz"


23 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo sabia de sus andanzas por "El conde Belisario" de Robert Graves, un libro a tener encuenta.

Edem dijo...

Vaya... yo creia que lo de dejarle ciego habia sido verdad. Incluso habia un cuadro de Belisario pidiendo limosna debajo del palacio del Emperador... y recibiendo un monton de oro por los ciudadanos de Bizancio.
Las tacticas de Belisario eran simples.
1º- Caballeria pesada. No es lo que nosotros pensamos de los caballeros medievales, pero casi. El impacto que debian tener en un campo de batalla contra tropas de a pie debia ser como la de un soldado frente a un tanque.
2º- Utilizacion de las tropas vencidas. Sabiamente, utilizó los restos de los ejercitos vencidos contra los demas. Es decir, los Vandalos contra los Ostrogodos, etc.
Ademas, ponia guarniciones de un lado en el otro y asi se aseguraba su fidelidad. Es decir, los Ostrogodos acababan guarniciendo Cartago y los Vandalos Roma.
3º- Guerra Psicologica. El tio debia saberselas todas. Eso que decian en Vietnam los americanos de "ganarse los corazones y mentes" lo debió inventar el.
Si hacia falta, se inventaba que los dioses o Dios estaba de su parte, o simulaba retiradas, o escondia parte de su ejercito... se las sabia todas, vamos.
4º- Teodora. La mujer de Justiniano le caia bien. Tan bien que se dice que fueron amantes, pero eso es algo que no se ha podido demostrar. Por eso, a su muerte la estrella de Belisario declinó un poco. Esta si que "los tenia bien puestos". Creo que fue ella la del episodio del Hipodromo.. no lo llevo muy claro.
Muy bien... me ha encantado el resumen..
Un saludo de Edem.

Luis Caboblanco dijo...

Hola a todos.

He leído el libro de Graves y, a mi entender, esta a la altura de "Yo, Claudio"; muy pero que muy recomendable.

Belisario fue, efectivamente, un innovador. La caballería persa era conocida por su capacidad y por el terrible efecto que desencadenaban en el campo de batalla, con sus jinetes y monturas enteramente cubiertas de metal. Belisario adoptó este tipo de guerreri, el Clibanario, disponiéndolo en únidades móviles, con fuertes y poderosos caballos y buenos jefes, usándolos solo para golpear con tremenda fuerza un pequeño punto del campo de batalla, y mándandolos luego en retirada para reagruparse y descansar... conseguir la superioridad local, creo que se llama ¿verdad Turu?. Y como decían los alemanes "si se vence el intercambio de fuego, el resto de la batalla se decide por sí sola..."

También es cierto, al parecer, que tenía bastante mano izquierda con los soldados, atributo común en la mayoría de los mandos que no son de noble cuna.

Lo de Teodora, lo ignoraba.

Un abrazo

ALCON dijo...

Hola!

No cabe duda que venir a visitarte es conocer nuevas cosas de la historia misma, los grandes acontecimientos, me ha encantado.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

A su capacidad como guerrero se unía la nobleza de su carácter, era culto y con gran poder de convicción. Siempre demostró su amor por Roma.

"... de todas las ciudades del mundo, Roma es sin duda la mayor y más ilustre, nacida con el esfuerzo y dones de innumerables generaciones y hombres preclaros. Sería una injusticia para los hombres de todos los tiempos, tanto pasados como futuros, destruir esta ciudad".
El texto pertenece a una carta que envió a Totila y junto a otras recomendaciones muy diplomáticas sirvió para que este último, desistiera de arrasar y destruir la ciudad eterna.

(Inciso: Lamento el "pampurrio" que te llevaste con la música :)), pensé en esa posibilidad cuando la elegí, pero no imaginé que te iba a pasar a tí. No es el bolero de Ravel, este te hubiera dormido... es el "Vuelo del moscardón")

Un abrazo

Anónimo dijo...

Y que mejor manera de morir, no pobre, pero si en paz...

Había oído hablar de Belisario pero someramente. Ahora ya conozco más de este "secundario", somo lo llamas, de la historia.
Me pregunto, fue secundario por ser fiel a sus principios y justo? quizá los malos relumbran más??

Besos muchos

Leodegundia dijo...

En 544 los ostrogodos dirigidos por el rey Totila avanzaron sobre Roma y Belisario que no disponía de fuerzas suficientes no la pudo salvar, esto le desanimó y pidió el relevo pasando a dirigir la guardia imperial en Constantinopla. Creo que su última hazaña consistió en salvar la capital del ataque de los hunos en el 559, pero como tú bien dices, cayó en desgracia y se acabó su carrera. Yo también tengo entendido que la leyenda sobre su ceguera no tiene ningún fundamente histórico.
La envidia de unos suele acabar con la carrera de personas que valen más que ellos y esto no sólo sucede en España, es algo que se da en todas partes y en todas las épocas.
Un abrazo

Chus dijo...

Me ha gustado eso de que fuera frugal... un detalle pequeñito, pero me ha llamado mucho la atención.
Un saludo

Anónimo dijo...

...Ya sé que no se lleva, pero más vale secundario y honrado, que principal a esos precios. Gracias, Caboblanco, por la lección de historia... SALUDANDO:
LeeTamargo.-

Ricardo Chao Prieto dijo...

Así como el ciclo de las novelas dedicadas a la Fundación, del genial Isaac Asimov, está basado en la caída del Imperio Romano, en una de las novelas aparece Bel Riose, general del decadente Imperio Galáctico, que es una transposición del invicto militar bizantino. Hasta el nombre es similar.

Juan Antonio del Pino dijo...

He llegado tarde y ya se me han adelantado con la recomendación del Conde Belisario de Robert Graves y la "inspiración"(reconocida por el propio Asimov) del General Bel-Riose de la Fundación.
Un personaje magnífico, según el retrato de Graves, quizás demasiado fiel a quien no debiera (¿se podría aplicar aquí lo de nuestro Cid:
qué buen vasallo que hubiera buen señor...)
saludos

Edem dijo...

Teodora... una mujer como pocas, incluso en ese mundo. Empezó su vida como cortesana de lujo. Y la acabó como Emperatriz. Dicen que detras de un gran hombre, siempre hay una gran mujer. En el caso de Justiniano, creo que es al revés. El se hizo grande con ella. Los tenia muy bien puestos, como se diria hoy en dia. No se muy bien si es el conflicto de la Nike o si lo llamaban de otra forma. Pero fue el dia en el que Teodora salvó trono y vida por su aplomo. En ese tiempo, tanto la corte como las formas de vida bizantinas, ya eran griegas del todo. Es decir, mucho fausto, mucho imperator en trono (mejor Basileus), con formas de andar, de moverse, etc.
Y el pueblo podia elegir. Elegir el color de su equipo favorito en las carreras. Sabiamente, los Bizantinos dejaron el hipodromo como un lugar de expresion. Era como las Saturnales de la antigua Roma. Es decir, que lo que pasaba en las saturnales, se quedaba en las saturnales. Alli podias meterte con el Emperador y salir vivo de la hazaña.
Resulta que esa epoca estaba reñida por diversos problemas religiosos, debido a los iconos, a diversas facciones del cristianismo.. etc.
Y por supuesto, eso se llevaba a las carreras. No se muy bien cual de los equipos (en principio habia 4, pero los que importaban eran dos, el verde y el azul) era el aristocratico, pero uno de ellos apoyaba al trono, y el otro al pueblo. No se muy bien que pasó, pero un dia todos esos problemas estallaron en una revuelta de proporciones gigantescas. Se dice que Justiniano, queria huir por la galera que tenian preparada (del hipodromo al palacio, la basilica y el puerto habia pasillos dedicados solo para que pasara el emperador), y que Teodora debió decirle algo asi como "un Emperador debe mantenerse en el puesto". Una version de "hay que morir de pie, de Vespasiano, puesta al dia".
Y se quedaron. Y los revolucionarios, al ver el aplomo de la familia Imperial, no se atrevieron a tocarlos. Poco despues, Belisario suprimia la revuelta, tras duros combates.
En cuanto a reconquistar el Imperio...
Se dice que ese impulso, debilitó el Imperio. Si, quizás fuera fuerte para reconquistarlo, pero fue a costa de perder hombres, tesoreria, debilitar defensas, mas corrupcion... cosas de las que se aprovecharon los musulmanes en el siglo siguiente. Hay quien dice que tendrian que haber dejado en paz a Occidente y preocuparse de estabilizar su zona de influencia.

Briseida dijo...

Hola, amigo!
Aquí de nuevo aminorando mi ignorancia sobre tantas cosas, "desasnándome".
Un beso!

Anónimo dijo...

Venció a los persas en la batalla de Nara (528), después de conquistar el norte de África en el año 535 fué enviado al Sur de Italia, donde combatió entre los años 535 al 540, arrebatando a los ostrogodos Catania, Palermo, Siracusa, Nápoles y Roma. Pero Justiniano, mandó a Narsés vigilarlo. Fracasando Belisario en la defensa de Roma(546), sería finalmente Narsés quien proporcionaría a Bizancio el dominio de Italia (552-555). En el año 559 Belisario salvó la capital del Imperio, Constantinopla.
Saludos

Anónimo dijo...

La envidia y los celos son malos compañerosy sobre todo cuando dan con una persona buena por naturaleza. Cuando hubo una conspiración contra Justiniano, se le supuso implicado en ella , fué juzgado, declardo culpable y despojado de todos sus bienes y autoridad, puesta en claro su inocencia se le devolviron sus propiedades, pero el peso de tanta ingratitud aceleró su muerte el 23 de marzo de 565. Unos versos de las Quiliadas del monje Tzetze dice de Belisario "apoyado en una piedra miliar, con la gamella de madera en la mano y diciendo; dad un óbolo a Belisario a quien la fortuna cubrió de gloría y cegó la envidia" frase que ha servido a algunos escritores que le sacaron los ojos y llevando una vida mísera. Este relato no pasa de ser una novela.
De la gloria que alcanzó Belisario son algunas medallas con estas inscripcion:Belisarius, gloria romanorum. Cantú dice"fue un gran general que le dió al imperio griego unos rayos de luz, desinteresado como un caballero de la EDAD MEDIA pero considerado un juguete por los envidiosos cortesanos y de una mujer indigna" Un beso

Anónimo dijo...

Una biografía super interesante. Gracias por este post Caboblanco, me gustan mucho

Saluditos

Isabel Barceló Chico dijo...

También a mí me parece muy interesante Belisario, "el primer caballero". Parece que contaba con las virtudes personales que luego definiría al caballero andante, siempre en defensa de un ideal. Sí, es lástima que personajes como él queden ocultos en la historia. Convendréis conmigo en que suelen tener mejor aceptación los malvados, tienen mucho más morbo. En Roma quedan algunos espacios y leyendas referidos a su persona, además de la carta a Totila que cita marian. El resumen ha resultado, como todos, excelente. Espero que sigas recuperando personajes como éste para nuestro disfrute. Saludos

Silvia dijo...

Enriquecedora, como siempre, la visita a tu casa.
Hay veces que los secundarios brillan más que los protagonistas y les roban la escena, como parece el caso.
Un saludo

tayeirand dijo...

Yo llegué al Belisario histórico a través de las novelas de Asimov. Al leerlas, me apasionó la figura del militar al que quieren apartar del poder por reunir todos los requisitos que se supone se les debe exigir a los militares (y en general a las todas las personas): Sacrificio y Lealtad a la causa que defienden, sea la que sea.

Cuando me enteré que Asimov se había basado en un personaje histórico, no tardé ni una semana en hacerme con el libro de Robert Graves y devorarlo.

Desde entonces siempre que "despachan" a algún político, militar, asesor presidencial y un largo etc. me acuerdo del pobre Belisario.

Un abrazo y gracias por tu "lealtad y dedicación" al blog. XD

Anazia dijo...

Desde luego que desconocido lo fue mucho, desgraciadamente. Parece notable...

Hoy he descubierto que la mitología germánica también está muy desaparecida, una pena.

Anónimo dijo...

Hola Caboblanco:
Gracias por este magnífico artículo.
Como tu ya conoces bien la Historia nunca es neutral y por ello, a veces, no salen reflejados con la importancia que debieran tener algunos personajes. Belisario fue uno de ellos.
Un saludo
José

Turulato dijo...

Si amigo, la superioridad en el punto y momento oportuno, que permite desequilibrar al enemigo y que este se desmorone.
No se trata tanto de ganar en todo sino de ganar en lo esencial.
Todos los grandes caudillos eran maestros en lograrla.
Y sólo añadir una cosa. Quien quiera ver la cara de Belisario que visite Ravena; verá mosáicos hermosísimos y allí, junto al emperador, a nuestro amigo y, muy posiblemente, a su esposa e hijas, junto a Teodora.
Es el que está entre Justiniano y el obispo Maximiano.

Juan Enrique Vicuña dijo...

Interesante personaje.Se aprende en este blog. Saludos.