miércoles, 23 de marzo de 2005

¿Nerón, el incendiario?

La imagen que nos ha dejado la historia del emperador Nerón no es como para que se le haga una estatua en la Plaza de San Juan de la Cruz... o sí, según se mire. Incestuoso, tirano, uxoricida, presunto pirómano... Así recuerda la historia al último emperador de la dinastía Julio – Claudia, el mismo hombre que ordenó asesinar a su madre y que hacía ejecutar a los espectadores que no aplaudían con demasiado entusiasmo las representaciones teatrales. Hoy sin embargo, algunos autores cuestionan que fuera el causante del incendio que asoló Roma en el año 64 D.C, y de cuya autoría culpó a los cristianos.
Para los más lanzados de estos estudiosos, su mala imagen se debe a un movimiento promovido por las clases altas de la sociedad romana cuyas ambiciones a menudo se veían frustradas por el César. Habrían sido ellos lo que proporcionaron datos falsos a los historiadores y señalan como pruebas de la bondad de Nerón, su afán por proporcionar bienestar a la plebe, sus obras públicas y la toma inmediata de medidas para paliar las consecuencias del incendio.
En el bando contrario, están todos los historiadores que fueron sus contemporáneos. El cronista romano Tácito, sostiene que utilizó a los cristianos como cabezas de turco para exculparse, aunque de su relato, no se llega a vislumbrar si el emperador fue realmente culpable. Para Suetonio y Dion Casio no hay duda de que Nerón ordenó propagar un incendio, pues necesitaba espacio para desarrollar las fastuosas obras que acabaron llevando al Imperio al borde de la quiebra, en especial, la Domus aurea. Precisamente de Suetonio es la leyenda, en la que el presunto pirómano subió a la torre de mecenas y, mientras Roma se consumía, entonó La Caída de Troya, desde el principio hasta el fin.
Los últimos estudios indican que el fuego debíó producirse seguramente por causa fortuita. Los barrios superpoblados, la madera que constituía el material de la mayoría de las casas y seguramente el viento, contribuyeron a extender el incendio hasta tal punto, que tres de los catorce barrios de la ciudad fueron totalmente consumidos y siete más, gravemente dañados. Tácito, vuelve a referirse al incendio para criticar la doble cara de Nerón ya que “…para alivio del pueblo desplazado de su hogar, mandó abrir el Campo de Marte así como sus propios jardines (…) y mandó construir alojamientos temporales para toda la gente que había quedado sin hogar.

En cualquier caso, lo grave del asunto no es tanto quién fue el culpable de la catástrofe, sino que todo el mundo en la ciudad creía sin dudarlo que Nerón era ciertamente capaz de tamaña felonía. Aunque en un futuro post sobre este "señor" incidiremos en sus "hazañas" y en las causas, quizás patológicas de su comportamiento, para muestra, un botón: Para reforzar su posición de liderazgo, se planeó una campaña de las mejores legiones romanas contra las tribus germanas del medio Rhin, comandada por Nerón en persona. Parece ser que los bárbaros entonaron el "¡...pues va a ser que no!" para después internarse en sus impenetrables bosques, dejando al emperador con un palmo de narices. A Nerón, no se le ocurrió nada más ingenioso que vestir a la mitad de los romanos, con ropas de germanos, para hacer una batalla en toda regla, y así ser digno de un verdadero triunfo en la ciudad de Roma. Afortunadamente, alguno de sus consejeros o generales tuvo los arrestos de, jugandose virtualmente el cuello, convencer al divino emperador de que aquello no era, definitivamente, una buena idea.

Esto es rigurosamente cierto.

¡Buena Semana Santa!

2 comentarios:

Edem dijo...

Bueno... sin duda es responsable de la muerte de su madre, y de su esposa, pero esa era otra epoca.
Creo que Lucio Domicio Ahenobarbo Tiberio Claudio Neron (peazo nombre, eh?), ha tenido mala prensa. Eso y que sus antepasados destacaban por ser los mas locos de Roma. El error de Cesar fue mezclarse con los Claudios. Que ya eran inestables de por si, por casarse entre ellos (no hay mas que ver a Publio Clodio, a finales de la republica). Brillantes, pero inestables. Y lo mismo podria decirse de los Metelos (Atica, la hija de Ponponio Atico, era en el fondo una Metela, y Atica era la madre de Agripina, madre de Neron), y de los Domicios Ahenobarbos, conocidos por su mala leche y porque no pensaban muy bien. Si a eso sumamos la inconpetencia de los Tiberios Claudios Nerones (descendientes de un zoquete, como era Druso Neron, hijo adoptivo de Marco Livio Druso), que Cesar llamaba "zoquetes", pues lo tienes todo servido.
Pero a lo que iba, la fama de Neron esta muy perdida. Esta claro que cuando el incendio ocurrió, el estaba fuera de la ciudad. Cierto, no lo exculpa, porque podria haberlo mandado desde lejos, pero la reaccion primera fue la de volver a Roma y colaborar en la extincion del incendio. Si, ya puestos, construyó su Domus Aurea. Lo de los Cristianos no fue sino la busqueda de un objetivo facil a quien culpar. Y los Cristianos eran odiados en Roma. Eran pocos, les decian a los demas que lo hacian todo mal y para un romano de la epoca eran fanaticos religiosos que no cumplian con sus deberes con el estado. Estaban a tiro vamos.
Mucho se ha hablado de la capacidad militar de Neron, como la desecacion del lago funcino, creo. Eso no era sino un ejercicio de Drenaje para la legion, aprovechado como publicidad por Neron, pero no muy distinto del muro de Adriano, del Panteon de Agripa o del Ara Pacis de Augusto. Era demostrar a Roma que su ejercito no solo se las podia ver contra los Germanos, sino tambien contra la naturaleza... y vencer.
Ironico es que las primeras tropas que se rebelaran contra Neron, fueran las hispanas y no las Germanas. Galba con su nueva VII legion fue el que dio el avance. Luego las tropas del Rhin se sumaron a Vitelio, y despues a Tito, pero el recuerdo de Neron quedó vivo como buen emperador en algunas legiones, como la Decimo cuarta Gemina, una unidad de elite de Roma.
Y se cuenta la leyenda de que durante mucho tiempo, la gente pobre de Roma depositaba flores en la tumba de Neron. Curioso epitafio para alguien tan maltratado por la historia.
No le disculpo de sus crimenes. Solo que no fue el primero, ni el ultimo de los emperadores en tenerlos. Solo ha tenido mala "cristiana" prensa. Eso y posiblemente alguna enfermedad mental.
Edem

Martín dijo...

Agripina no era hija de Pomponia Ática, sino de Agripina la Mayor, hija de Agripa y de Julia, la hija de Augusto. Y no fue César quien se unió a los Claudios, sino el mencionado Augusto, que al casarse con su tercera esposa Livia (una Claudia por nacimiento y casada con un Claudio, el padre de Tiberio y Druso) creó el vínculo entre los Julios y los Claudios.