jueves, 17 de noviembre de 2005

¡Porque yo lo valgo!


Unos "discretos" lansquenetes...

Un día de 1487, Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Felipe Juan Froi... desde el año anterior, escudriñaba con aire preocupado el horizonte que se abría más allá de la ventana de sus aposentos. Maxi, apenas disponía de soldados para llevar a buen puerto la enorme cantidad de empresas militares que exigía el vasto territorio que gobernaba. Jorge Von Frundsberg, uno de sus vasallos más fieles, al verle cabizbajo y en extremo compungido, le espetó, con una enorme sonrisa… “no temáis Señor. Os procuraré la mejor tropa que nunca haya guerreado por vuestros dominios”. Jorge, bajó las escaleras como alma que lleva el diablo, montó en su corcel y flanqueó la puerta de Palacio a galope tendido, en medio del estupor de los guardias que estaban de servicio en la entrada. Varias semanas más tarde se presentó con varios miles de hombres pobremente vestidos, en su mayoría gente de campo de origen tudesco, que se habían alistado bajo el compromiso de ser equipados y pagados…y comer caliente de cuando en cuando... Como quiera que los instructores del Emperador ya habían empezado a adiestrar a un contingente de suizos o “gente de la montaña”, para distinguirlos, apodaron a los nuevos los Landsknecht o “la gente del campo”… y así nacieron los lansquenetes, la mejor infantería mercenaria del siglo XVI.

Es curioso por tanto, comprobar de qué manera tan curiosa se formó una unidad de élite que resultaría alquilada a precio de oro por emperadores, reyes, príncipes, rebeldes y hasta caballeros particulares. Como estarían de desarrapados los primeros reclutas, que Maximiliano, en el momento de completar la primera leva, tuvo que disponer que “se proveyeran trescientos zapatos y quinientos jubones (…) ya que no es conveniente que un soldado ande por ahí en taparrabos…” Decenas de años más tarde, la vestimenta se constituyó en la principal seña distintiva de estos soldados, quizás para contradecir aquello de que, cualquier tiempo pasado, fue mejor…

Con lo que es seguro que no se comían la cabeza era con los nombres de los rangos. Al soldado raso, equipado con pica y espada corta, le llamaban onesöldner que, en alemán rancio significa “un sueldo”…que curiosamente es lo que efectivamente cobraba ese gañán. A su inmediato superior, una especie de “cabo” que iba armado con un gigantesco mandoble y cobraba dos sueldos le llamaron… sí… efectivamente…doppelsöldner ó, lo que es lo mismo “doblesueldo”. Al siguiente en el mando, algo parecido a nuestro moderno teniente que, para más guasa cobraba un 50% más que el anterior, debió parecerles excesivo llamarle triplesöldner… y se quedó con Locotenet. A partir de ahí la cosa se normalizaba, dando lugar a capitanes, coroneles e intendentes, a la manera de las fuerzas militares que les eran contemporáneas, como los Tercios españoles o los Regimientos suizos. Mención aparte merecen dos honrosos pero poco deseados destinos: los puestos de Freiman y Rumormeister; si se quería ejercer de lo primero, el freiman debía ser hombre de anchas espaldas y fuertes brazos, en parte para arrastrar el gigantesco ancha con el que debía cumplir su trabajo, a saber, separar limpiamente la cabeza del cuerpo a los compañeros condenados a muerte. Las funciones del segundo eran menos sangrientas pero tanto o más desagradables; el Rumormeister era una especie de consejero matrimonial que mediaba en las frecuentes disputas en las que se veían involucradas las esposas de los soldados… con las numerosas meretrices que acompañaban a la tropa. Si por mí fuera… a este pobre le habrían llamado Milsöldner porque su trabajo no estaba “pagao".

En combate, los lansquenetes se mostraban arrojados, fieros y valerosos, con tendencia a ocupar los lugares más peligrosos en primera linea, pero también con cierta querencia al individualismo y a pasarse por el arco las órdenes que recibían. Semejante gusto por el libre albedrío, motivó que fueran utilizados siempre en grupos compactos y un poco alejados de las fuerzas que les acompañaban, pues actuaban de igual modo en el ataque que en la defensa, con lo que solían convertir las retiradas en auténticos desmadres. En cualquier caso, cuando estaban centrados eran temibles, gracias a su táctica sencilla pero demoledora: formaban fuertes cuadros, en ocasiones reforzados por ballesteros y arcabuceros y, apoyados en su tremenda potencia (la mayoría eran altísimos…) se lanzaban contra la vanguardia enemiga, en medio de feroces alaridos, manteniendo a sus rivales alejados gracias a las largas y pesadísimas espadas que manejaban.

Los lansquenetes pronto ganaron justa y reconocida fama, aunque fue su propio y desmedido ego lo que contribuyó a acelerar su final. Como eran tropa muy solicitada y segura de sus propias fuerzas, soportaban mal los retrasos en la paga, que en aquella época no eran, precisamente, la excepción. Pronto empezaron a negarse a pelear si no era “a mes adelantado”, lo que soportaban mal otros compañeros de armas como los españoles e italianos, a los que no era extraño que se les debieran ocho o diez mensualidades… o incluso más. De ahí que Alejandro Farnesio relatara a Felipe II que, en el asedio de Amberes “algo me dice que habrán muerto más alemanes por la espalda, que por el frente”. Por otro lado, su desmedida atención por el atuendo se convirtió en obsesión, y hacía que siempre tuvieran el bolsillo “en barbecho”. Su vestimenta llegó a ser tan ostentosa que Juan de Austria se quejó amargamente a su hermanastro de que “con semejantes calzas tan anchas e hinchadas (…) no hay sitio humano donde apoyar la pica”. Ni siquiera el Papa se libró de sus caprichos; Julio III solicitó sus servicios en 1552 para proteger sus Estados, y los lansquenetes se comportaron tan bien que decidió recibir a sus capitanes para felicitarles. Cuando empezó a pasarles revista, observó escandalizado el desmedido tamaño de las coquillas en forma de concha que cubrían sus atributos y, pudoroso como era, decidió retirarse de la escena por la parte posterior… ¡solo para comprobar que, además, los germanos iban con las nalgas al aire!

PD: ¿No sabréis, por casualidad, cual fue el mayor retraso en la paga soportado por tropas españolas durante los Austrias…?

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo es que vengo aquí, me siento tan comoda en mi sofá y me transporto en la historia...muy interesante los lansquenetes, y su desempeño en estos terrenos!!

Un bikiño y muy buen fin de semana!

Anónimo dijo...

Tengo entendido que hicieron su aparición en España con la llegada de Felipe el Hermoso y aunque como tú dices eran célebres por su ferocidad y valor, al luchar al lado de los tercios que de eso andaban sobrados, no destacaban demasiado.
Los modelitos desde luego no tenían desperdicio con lo que demostraban que además de valerosos no tenían complejo ninguno. Curiosa la anécdota de la visita al Papa.
En cuanto a la pregunta no lo se, pero seguro que era bastante porque los Austrias nunca andaban bien de dinerillo contante y sonante.
Como siempre una delicia leer tus relatos.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Un placer leerte, como siempre.
Digamos que los perdió la vanidad.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Pués no lo sé (esto respecto a tu pregunta)
Respecto al post: Juas! no tenía ni idea de muchas de estas cosas, pero está claro q les perdió las ansias de poder...
Cuídate, besos yun big abra:
Alma;) (F)

Grial dijo...

Todo un placer leerte y disfrutar de estos retazos de historia con la que nos deleitas.
Buen fin de semana, un beso :)

Juan Antonio del Pino dijo...

Pues no sé, la Administración siempre ha pagado tarde y mal...ni idea.
Estupendo blog, me encantan tus historias.
Sobre los lansquenetes, un hecho que no has mencionado es que muchos eran protestantes, lo que no les importaba a los españoles a la hora de alquilarlos en las guerras de religión.Se dio la circunstancia de que un ejército lansquenete, al servicio de Felipe II( más católico que sus abuelos y que el mismo Papa, parece), asaltó Roma, la ciudad papal, y a punto estuvo de costarle la cabeza a Su Santidad.
Se cuenta en León, el Africano.

Anónimo dijo...

Va a ser inevitable la presencia de Turulato para despejar la incognita...o esperar a que tú la resuelvas. Es un artículo muy interesante, llama la atención el sistema para establecer los rangos, que el soldado fuera contratado y se llevara a la guerra mujer y churumbeles... y como anécdota me ha parecido que el actual uniforme de la "Guardia suiza" está retocado en sus partes nobles, pero se asemeja,no?
Un saludo

Anónimo dijo...

Una vez mas un articulo magnifico. En cuando a la pregunta.... ¡ni idea!, pero dado como se las gastaban no me extrañaria que fueran varios años.

Lunarroja dijo...

Pues no, no lo sé.
¿Me lo cuentas? Porque tú lo vales!!!!

Luis Caboblanco dijo...

Hola a todos.

Juan P, nos obsequia con provechoso dato: en 1527, un ejército imperial del que formaban parte unos 17.000 lansquenetes, participó en el famoso saqueo de Roma. Si atendemos al año, está claro que a Juan le ha traicionado el subconsciente y a referido el hecho al hijo, Felipe II, cuando debía de haber sido al padre, Carlos I. En cualquier caso, el hecho de que muchos de estos soldados profesaran la fe luterana no era óbice para que lucharan del lado católico ¿por dinero...? pues sí y no. Los lansquenetes eran muy celosos de su pasado y no olvidaban que su señor natural era el Imperio. Esto hacía que, si uno de ellos era hecho prisionero con vida, podía irse preparando para la muerte más atroz, ya que sus propios compañeros se encargarían de ajusticiarlo con sus KATZBALGER, una especie de espada corta, que es la que se ve en el dibujo y que en español significa "destripa gatos"...¡ojo!

En cuanto a la pregunta, allá voy: en 1576, la caballería española, junto con la totalidad del Tercio llamado de Valdés, se amotinó y se negó a moverse mientras no se le hicieran efectivos los ¡setenta y dos meses! que se les debían. Los mandos españoles no les hicieron demasiado caso, y se desencadenó una espiral que degeneró en el saqueo de Amberes de 1577. Cuando, tras el Edicto Perpetuo, las tropas españolas salieron de Flandes, tras 9 años de guerra ininterrumpidas... aún no habían cobrado

Juan Antonio del Pino dijo...

Pues nada, anotado el dato. El subsconciente y la memoria tienen esas cosas.
Por cierto que el Emperador, al enterarse del saqueo (de sus tropas) de la Ciudad Santa creo que encargó una misa porque estaba un pelín espantado...
Lo de la paga superaba todas mis previsiones:
¡9 años sin cobrar!

Briseida dijo...

mmm ¡9 años!
un sindicalista diría ahora que eso era porque ellos no habían nacido aún :-))

Feliz finde!

Anazia dijo...

Un relato estupendo, como siempre, de los tuyos. Me encanta leerte.

Anónimo dijo...

Jolínes! Lo que hay que encuadernar, leer lentamente y disfrutar son tus relatos. Me hecho mucha gracia el detalle del culo al aire. Y 9 años!! Bueno, la Administración ahora va un poco mejor, pero tu y yo sabemos, por ejemplo, que hay juicios que no salen hasta pasados 10 años...Besucos

Anónimo dijo...

no he leido en profundidad el tema,pero mi problema no ese, es que me he contestado aa mi misma . Porfa no te rias soy novata y "jubilada " y tu treintañero, que sabes un rato.Resumen: me gusta todo y más que nada las culturas griega, romanas y egipcia Nina

Turulato dijo...

Lamento haber llegado tarde. Entre cerrar mi último artículo, y ciertas inquietudes, he estado "perdido"..
Entre los Tercios Españoles que peleaban por los derechos del Emperador, hubo uno que se hizo famoso por su comportamiento con los haberes debidos..
Entre que nunca tenían ahorros, pues de nada sirven a quien suele morir antes que tarde, y que no les pagaban, los señores soldados iban hechos unos pordioseros..
Según su costumbre, formaron y se dió la voz de "fuera de filas"..
Dejaron muy clarito que todos ellos eran gente de principios, pero no tontos, y que hasta que no llegase el dinero no "daban palo al agua"..
Y con dos .."narices" se plantaron de tal forma, que no hubo manera..
Les pagaron pues e hicieron dos menudencias...
Una, dar tal cantidad de "..." a los lugareños y demás "herejes", que desde entonces S.M. (que Dios Nuestro Señor tenga en donde debe) les concedió el privilegio de no rendir sus banderas salvo ante el Santísimo Sacramento.
Y otra, gastarse la totalidad de lo recibido en encajes y paños, pues no fuera a ser que algún descerebrado pensase que eran avarientos.
Por esta última se les conoció por el "Tercio de los Señores"..
¡Faltaría más..!. Habían sido mandados por don Gonzalo Fernández de Córdoba y por don Sancho de Londoño.
¡¡Telaaa.....!!

Luis Caboblanco dijo...

¡El Tercio de lo Señores! eso es... Iba como anillo al dedo para el fondo del artículo pero, quien tiene la suerte de que le lea gente como tú, se puede permitir ciertos olvidos, que luego aparecen como por arte de magia. Con tu permiso, allá voy de nuevo...

TERCIO DE LOMBARDÍA (GEMELO)
Llamado de los almidonados, pretendientes o señores. Desarrolló sus operaciones, principalmente, entre 1567 y 1589, año en que fue disuelto por negarse a combatir por falta de paga. Posiblemente el mejor Tercio español de la historia (o eso dicen...)

Abrazos

Anónimo dijo...

Es una pena haber llegado tarde, porque, maestro, lo sabía pero no tiene mayor importancia. Como eres tan puñetero(perdon) y escribes tantoy tan fluido, cuando he leido la mitad ya no me acuerdo de lo leido. El origen de lansquenete viene de land, tierra,pais y knecht, servidor; al principio eran simples criados o palafreneros de `os reitres u hombres de armas alemanes y que en la guerra seguíanles a pie llevando las armas. Los regimientos de esos animales raros, lo que menos les importaba era la patria, que como tontos les gustaba más el dinero y las mujeres, estaba formado por 4000 o 6000 hombres,gran número de ellos estaban especializados,hasta el extremo de tener un verdugo encargado de aplicar la ley,y un funconario encargado de vigilar a las mujeres, que muy inteligentes ellas los seguian a todas partes. Ya no escribo más solo una cosita;La espada corta usada por los tios esos alemanes, en el S XVI se llamaba Lansqueneta . El guardamano tenía un adorno de dos eses entrelazadas, de hoja ancha y 60 cm de larga, con dos filos y punta triangular o en ojiva invertida. Se me olvidaba hay que respetarlos porque representan los albores de una nueva institución: la moderna infanteria.En lo demás casi coincidimos, porque consultados disstintos libros está la cosa un paco enredada como le ocorre al testimonio escrito, yo opino tu opinas etc. Nina : No se que ocurree que tengo que mandarlo por anónimo. Alguien que yo me se tiene que venir a darme unas clasecillas,¿ a que si Marujita Linda?

Anónimo dijo...

Es una pena haber llegado tarde, porque, maestro, lo sabía pero no tiene mayor importancia. Como eres tan puñetero(perdon) y escribes tantoy tan fluido, cuando he leido la mitad ya no me acuerdo de lo leido. El origen de lansquenete viene de land, tierra,pais y knecht, servidor; al principio eran simples criados o palafreneros de `os reitres u hombres de armas alemanes y que en la guerra seguíanles a pie llevando las armas. Los regimientos de esos animales raros, lo que menos les importaba era la patria, que como tontos les gustaba más el dinero y las mujeres, estaba formado por 4000 o 6000 hombres,gran número de ellos estaban especializados,hasta el extremo de tener un verdugo encargado de aplicar la ley,y un funconario encargado de vigilar a las mujeres, que muy inteligentes ellas los seguian a todas partes. Ya no escribo más solo una cosita;La espada corta usada por los tios esos alemanes, en el S XVI se llamaba Lansqueneta . El guardamano tenía un adorno de dos eses entrelazadas, de hoja ancha y 60 cm de larga, con dos filos y punta triangular o en ojiva invertida. Se me olvidaba hay que respetarlos porque representan los albores de una nueva institución: la moderna infanteria.En lo demás casi coincidimos, porque consultados disstintos libros está la cosa un paco enredada como le ocorre al testimonio escrito, yo opino tu opinas etc. Nina