Hace unos días, sentado junto a mi padre frente al televisor, éste – hombre severo donde los haya - me espetó, totalmente en serio:
- Ya no dan películas de piratas ¿no…?
Y un servidor, con un tonito a medio camino entre la incredulidad y el cachondeo en estado puro, le respondió:
- Si papá… ahora… después del parte… en cuantito se cambie de leotardos Erroll Flynn...
En ese momento, y después de cortar varias rodajas de tensión con un imaginario cuchillo, este pobre historiador aficionado sintió que su herencia peligraba a pesar de ser hijo único, y mi sufrido padre, por la cara que puso, seguro que sopesó los “pros” y los “contras” de haber criado un hijo en vez de una piara de gorrinos…El caso es que, algo apesadumbrado por haber intentado vacilar al pobre hombre, recordé que entre las cajas de libros que se apilan sin ningún orden en su buhardilla, quizás estuviera aún un libro que me gustaba mucho ojear cuando era más joven; Subí las escaleras rápidamente, y minutos más tarde las bajé aún más veloz y entusiasmado, pues en mis manos portaba aquella magnífica obra ilustrada que para mí, aún es un pequeño tesoro. Y además, gracias a él, este post está aderezado con unas preciosas láminas en vez de con la socorrida imagen del pirata Hollywoodiano por excelencia.
¡Vamos allá!... aunque la palabra “pirata” es perfectamente válida para todos los componentes de este odiado gremio, lo cierto es que durante los siglos XVII y XVIII, en los mares del nuevo mundo eran mucho más conocidos por los términos castellanos “bucanero” y “filibustero”. El primero de ellos hace referencia a los orígenes de estos “bandidos del mar”, durante los cuales no debería haber mucho negocio, y cuadraban sus nóminas gracias al contrabando de “bucardo”, una especie de pescado en salazón muy apreciado por estas latitudes. El otro vocablo es una castellanización del inglés fly-boat, un tipo de embarcación muy manejable y de gran utilidad en aquellos mares atestados de arrecifes, a las que los españoles llamaban “filibotes”.
- Ya no dan películas de piratas ¿no…?
Y un servidor, con un tonito a medio camino entre la incredulidad y el cachondeo en estado puro, le respondió:
- Si papá… ahora… después del parte… en cuantito se cambie de leotardos Erroll Flynn...
En ese momento, y después de cortar varias rodajas de tensión con un imaginario cuchillo, este pobre historiador aficionado sintió que su herencia peligraba a pesar de ser hijo único, y mi sufrido padre, por la cara que puso, seguro que sopesó los “pros” y los “contras” de haber criado un hijo en vez de una piara de gorrinos…El caso es que, algo apesadumbrado por haber intentado vacilar al pobre hombre, recordé que entre las cajas de libros que se apilan sin ningún orden en su buhardilla, quizás estuviera aún un libro que me gustaba mucho ojear cuando era más joven; Subí las escaleras rápidamente, y minutos más tarde las bajé aún más veloz y entusiasmado, pues en mis manos portaba aquella magnífica obra ilustrada que para mí, aún es un pequeño tesoro. Y además, gracias a él, este post está aderezado con unas preciosas láminas en vez de con la socorrida imagen del pirata Hollywoodiano por excelencia.
¡Vamos allá!... aunque la palabra “pirata” es perfectamente válida para todos los componentes de este odiado gremio, lo cierto es que durante los siglos XVII y XVIII, en los mares del nuevo mundo eran mucho más conocidos por los términos castellanos “bucanero” y “filibustero”. El primero de ellos hace referencia a los orígenes de estos “bandidos del mar”, durante los cuales no debería haber mucho negocio, y cuadraban sus nóminas gracias al contrabando de “bucardo”, una especie de pescado en salazón muy apreciado por estas latitudes. El otro vocablo es una castellanización del inglés fly-boat, un tipo de embarcación muy manejable y de gran utilidad en aquellos mares atestados de arrecifes, a las que los españoles llamaban “filibotes”.
Al principio representaron poco más que un incordio, pero durante el final del primer siglo de dominio español en América, empezaron a surgir piratas que, de modo más o menos organizado, intentaban y en muchos casos lograban, robar valiosos cargamentos de oro, sedas, piedras preciosas y otras mercancías procedentes de los territorios de ultramar. Además y contra lo que pueda pensarse, gozaban con la ventaja de jugar en casa: el Mar Caribe representaba un territorio de operaciones ideal, a causa de lo intrincado de su geografía y a la abundancia de islas en las que los piratas podían refugiarse. Felipe II, pelín harto del asunto, se olvidó por un momento de su “labor evangelizadora universal”, e intentó tomar cartas en el asunto, ordenando que ningún barco hiciera la Ruta de Indias sin protección. Para ello optó por la constitución de convoyes en los que los galeones y las carracas eran protegidos por barcos de guerra más veloces llamados fragatas.
En cualquier caso, la cosa no mejoró mucho, ya que cuando parecía que los abuelos de nuestros abuelos estaban a punto de dar el golpe de gracia a la piratería, los grandes estados occidentales vieron clara la oportunidad de hacer la puñeta a nuestro país, y empezaron a amparar de forma más o menos descarada a todo tipo de maleantes, mercenarios y desertores, con la única condición de que desarrollaran sus operaciones contra territorio español. Se les llamó corsarios, a raíz del documento que firmaban con la potencia a la que servían, y en el que se regulaba la parte del botín que se quedaría cada cual, así como los límites geográficos de sus actuaciones… ¡e incluso los periodos vacacionales! Estos curiosos maleantes, ahora convertidos en “franquiciados” y reforzados, principalmente, por la pérfida Albión, sembraron el terror y la desolación en las poblaciones situadas en el Golfo de México y en el Caribe: Veracruz, Cuba, Santo Domingo, Cartagena de Indias, Panamá y Nicaragua fueron los lugares más castigados, víctimas de saqueos, asaltos, violaciones y asesinatos durante semanas enteras, y contra los que los españoles poco podían hacer ya que no había suficientes bomberos para apagar tantos fuegos… y porque el principal interés de los reyes de nuestro país era proteger propiedades, dinero y joyas únicamente cuando reposaban en las bodegas de nuestros barcos...
En pocos años, y mientras España les seguía considerando poco más que demoníacos herejes luteranos, prosperaron de tal forma que llegaron a controlar de forma indiscutible amplias parcelas de los mares de allá, llegando a fundar una especie de cuarteles generales en las colonias anglosajonas de Barbados, Isla Tortuga (frente a las costas de Haití, rodeada de islotes, lo que hace que, a veces, sea mencionada en plural como "Las Tortugas") y Jamaica. Esta última parece que llegó a ser el territorio más rico y fuera de la ley del siglo XVII, y en sus muelles se apiñaban centenares de barcos previamente expoliados, esperando su turno para ser vendidos en pública subasta, pujas a las que llegaron a concurrir personajes de la nobleza europea, otros piratas… ¡e incluso enviados del Rey de Francia! Esta situación perduró durante unos doscientos años, hasta que, a finales del siglo XVIII, con la progresiva mejora de relaciones entre España e Inglaterra, se desarrollaron operaciones militares que acabaron con la recuperación para la legalidad internacional de esos territorios y varios miles de cabezas de piratas limpiamente separadas de sus cuerpos. Hoy, algunos historiadores modernos consideran que la piratería fue el factor decisivo en la decadencia del imperio español. ¿Queréis saber quienes protagonizaban el “TOP FIVE” en las pesadillas de los monarcas españoles…?
Jean David Nau, el "olonés" ( - 1686)
Este elemento nació en Francia, y dejó fama de haber sido uno de los piratas más crueles y con mejor dominio de sí mismo, lo que le valió ser respetado y temido hasta límites insospechados. Además, pronto contó con el apoyo del gobierno francés, que por entonces empezaba a estar un poco enemistado con su homólogo español. Su especialidad eran los interrogatorios, en los que mostraba todo su potencial "diplomático": escogía un prisionero al azar y, o bien le degollaba con su propio cuchillo o bien le rasgaba el pecho, sacándole el corazón, masticándolo y lanzando los pedazos a la concurrencia. Naturalmente, los compañeros del finado se mostraban mucho más propensos al diálogo.... Murió, posiblemente de muerte natural, como uno de los hombres más ricos y respetados de Santo Domingo.
Henry Morgan (1635 - 1686)
Este galés era un antiguo piloto de la Armada Inglesa al que pronto le vino pequeño su trabajo. En un principio formó parte de la compañía de Cristopher Mings, pero pronto se encargó de que su muerte pareciese un accidente, y usurpó la posición de su antiguo patrón gracias a sus habilidades con la "tabla": no... no es que fuera carpintero... es que probablemente Henry fue el inventor del célebre madero asomando por la cubierta del barco, justito encima de esos pececillos tan grandes y voraces... La mejora de las relaciones entre España e Inglaterra, justo después de un ataque de Morgan a Panamá, motivó que los dos países llegaran a un acuerdo para proceder a la detención del pirata. Sin embargo, aunque los ingleses cumplieron su parte del trato, cuando el antiguo pirata arribó a las costas anglosajonas, los pérfidos le otorgaron un título nobiliario y le mandaron de gobernador a Jamaica con todos los honores, donde murió, curiosamente, cuando se aprestaba a guerrear contra sus antiguos colegas de profesión.
Bartolomew Roberts (1682 - 1722)
También galés, era apodado "Bart el negro", a causa del inusual tono extremadamente oscuso de sus cabello (y que disimulaba con una peluca blanca). Empezó en el mundo laboral como marino mercante, pero al cabo de dos años fue hecho prisionero durante un asalto a su nave y, no se sabe muy bien como, al final del día ya formaba parte del bando vencedor. Cinco años más tarde ya estaba considerado como el pirata más próspero y despiadado de las Barbados, y era poseedor de una flota de más 20 barcos. Como no conocía ni a su padre, acabó convirtiéndose en un incordio tanto para españoles como para ingleses; estos últimos sobornaron a un miembro de su tripulación, que indicó su paradero con tanto exactitud, que la Armada inglesa pudo estar esperándole a la entrada del puerto africano en el que Roberts intentó reponer víveres y aparejos. Murió victima del impacto directo de una culebrina, a los cuarenta años de edad.
Anne Bonny y Mary Feade (sobre 1720)
Estas dos mujeres formaban parte de la tripulación del "endevourt" cuando Jack "Calico" Rackman, un pirata segundón, apresó la nave y degolló a toda la tripulación. Es posible que ambas mujeres se salvasen porque estaban embarazadas, o quizás fuera como recompensa por revelar a Jack la localización de un doble fondo en uno de los camarotes, que guardaba una cubertería de oro macizo. El caso el que entraron a formar parte de la banda de "Calico" con plenos derechos y, cómo no... acabaron por independizarse y comandar a su propia tripulación, con la que sembraron el terror por las costas del Caribe, saqueando por tres veces la ciudad de Maracaibo. Posiblemente fueran pareja, aparte de en lo profesional, en lo personal, porque cuando una de ellas fué fatalmente herida en un abordaje, la otra la abrazó tiérnamente... y se acuchilló.
Barbanegra ( - 1718)
Sabemos mucho más de sus actos que de su vida, una terrible algarada que acabó convirtiéndose en mito. Este natural de Bristol era apodado "Barbanegra" a causa de lo rizado de la gran cantidad de vello que cubría todo su cuerpo. Su poderoso y demencial aspecto, lo completaban su 1.92 metros de altura y sus ojos rojos y sanguinolentos, producto de su maniática afición a tomar el ron acompañado de un puñadito... ¡de pólvora!. Por otro lado, la totalidad de sus ropas estaban cubiertas de sangre y suciedad porque nunca se lavaba, lo que le daba un aspecto aún más terrorífico. Al igual que su colega Roberts, se convirtió en un suplicio también para los mercantes ingleses y un tal Capitán Maynard le tendió una emboscada en aguas jamaicanas, a finales de 1718. Aunque fue la explosión de un barril de pólvora lo que mató a Barbanegra, cuando fueron a identificar su cadáver, su cuerpo presentaba cinco impactos de bala y más de dos docenas de cuchilladas, una de las cuales le había arrancado un testículo. Maynard colgó su cabeza del bauprés de su barco pero la tuvo que retirar después de que dos marineros juraran por sus madres que el pirata aún paseaba de noche por cubierta; otro marinero más... se suicidó.
PD: Alguien me pidió hace semanas que hablase algo de piratas; espero no haber llegado tarde. En otro orden de cosas, la celebre bandera pirata compuesta de calavera y dos tibias, no era ni mucho menos la más popular en el gremio, hasta el punto de que sólo un pirata conocido la utilizaba... ¿Sabéis quién?
¡Un abrazo y felices fiestas a todos!
18 comentarios:
El mar...los barcos...ahora los piratas, nada mejor para despedir estos días y disfrutar estas fechas.
Un abrazo y felices fiestas!!!
A ver si me gano un "gallifante" respondiendo correctamente a tu pregunta...¿Puede se Jack "Calico" Rackman?.
Respecto a las dos mujeres piratas de su tripulación, he encontrado otra versión de sus destinos,que no es de extrañar porque ambas mujeres no eran nada convencionales para la época.Parece ser que Anne fue hija ilegítima de un abogado y comerciante irlandés, que se casó con un cazador de poca fortuna; que fue desheredada por su padre y que su marido la inició en el pirateo en Bahamas (aunque parece que ella apuntaba maneras, de jovencita apuñaló a otra mujer).Mientras su esposo ejercía de "soplón" para el gobernador, conoció a Jack y abandonó a su marido.Tuvo un primer hijo con él y lo dejó al cuidado de unos amigos en Cuba.Ambos siguieron con el "negocio", y ofrecían a los marineros capturados la posibilidad de enrolarse. Así fue como Mary, (Mark Read para los colegas)se incorporó a la tripulación del "Revenge", hasta que en 1720 fueron capturados por los británicos. Las dos mujeres defendieron el barco como dos jabatas (parece ser que el resto de la tripulación estaba "perjudicada" por exceso de ron). "Calico" y sus secuaces fueron condenados y ejecutados. Sin embargo,Mary y Anne estaban embarazadas y se aplazó la ejecución. Mary murió de fiebres en prisión sin tener a su hijo. Anne parece ser que fue liberada por mediación de su adinerado padre.Volvió a casarse y se estableció en Virginia con sus hijos.
Hasta aquí, otra versión de los hechos... !Pero vaya usted a saber!
Un abrazo y Feliz Navidad!
Al regimiento Lusitania en 1744 y como premio a su heróico comportamiento en la batalla de Madonna del Olmo, le conceden el honor de llevar en las bocamangas, tres calaveras con las tibias cruzadas.
No sé exactamente que pirata la utilizaba.
Feliz Navidad.
Leere con más calma el post, ahora solo quiero desearte unas felices navidades.
Un abrazo.
Ocasionalmente pasaba por aquí para desearle Feliz Navidad.
Por si no se lo había dicho es usted un pozo de sabiduría.
Un beso, bucanero!!
Sobre la pregunta que haces de la bandera, las noticias que tengo coinciden con la de Marian, Jack "Calico" Rackman.
Pero el nombre de bucanero tenía entendido que provenía del bucán que era carne ahumada ya que los bucaneros eran en un principio aventureros de origen europeo que se dedicaban a matar las reses que robaban para secar su carne al sol o ahumarlas en parrillas y luego venderla a los barcos de paso; pero esto no debía de ser muy productivo y decidieron cambiarse a la piratería.
Leí hace unos días una cosa curiosa sobre la recompensa que recibían los piratas por heridas de combate, era una bonificación que se añadía a la parte que les correspondía en el botín y decía así:
Pérdida del brazo derecho: 600 pesos o seis esclavos
Pérdida del brazo izquierdo: 500 pesos o cinco esclavos.
Pérdida de la pierna derecha: 500 pesos o cinco esclavos.
Pérdida de la pierna izquierda: 400 pesos o cuatro esclavos.
Pérdida de un ojo: 100 pesos
Pérdida de un dedo: 100 pesos.
Esta información es curiosa aunque no pude contrastarla, pero aunque las cantidades no fueran ciertas, es muy posible que si existiera una bonificación por heridas en la lucha.
Muy buen relato sobre piratería y estoy de acuerdo con tu padre, las películas de piratas eran muy entretenidas.
Un abrazo y feliz noche.
Enhorabuena a las dos. Efectivamente se trata de Jack "Calico" Rackman. Al parecer era más normal colocar la calavera sola, en medio de la bandera, o cruzar debajo suyo un par de sables curvos, o alfanjes. En cuanto a lo de la diferente versión sobre las dos féminas piratas, puede ser que esté equivocado. He utilizado para el artículo una versión remendada de la obra de Alexander Oliver Exquemelin, un antiguo pirata metido a escritor. Este hombre terminó su obra a finales de 1680 pero fue corregida y publicada, con versiones más románticas de sus historias y nuevos hechos, varias veces hasta 1850. Puede que tu versión sea la buena :-)
Hola Jubilado... ¡Muy correcto! El Regimiento Lusitania fue autorizado a llevar tres calaveras con las tibias cruzadas, por su heroico comportamiento en la defensa de Madonna del Olmo, en 1744. Años más tarde, esas tres calaveras se cambiaron por tres triángulos pero, al identificarse esas figuras geométricas con la masonería, se volvió a cambiar a una única calavera. Actualmente el Lusitania es una unidad de caballería mecanizada que se dedica a labores de exploración. Está acantonado en Valencia.
Hola Leo. En cuanto a lo del bucardo, al parecer no es la carne en sí, sino el lugar donde se procede a ahumarla (que se llamaba BUCÁN). De ahí que, cualquier cosa que se cocinara allí, se llamaba bucardo. Es posible que los indios ahumaran carne y los marineros pescado, o al revés... pero creo que al principio el comercio era respecto a la carne de un pescado parecido al atún. No tenía ni idea de las bonificaciones por heridas de guerra, aunque sí que he leído algo sobre sobre "una especie de sociedades de beneficencia" para piratas, donde al menos, podían comer.
¡Un fuerte abrazo y gracias por darle nivel a este blog!
Muy interesante y entretenido tus apuntes sobre el mundo de los piratas. Me parecían unos seres muy románticos dentro del mundo de la literatura pero tenía muy pocas referencias históricas, sólo conocía a Barbanegra porque tiene una peli que echaban mucho en la tele cuando era pequeña.
boas festas
Estuppendo Post, Luis. Me encantan las historias de piratas, durante mucho tiempo leí novela romántica y en muchas de ellas el protagonista era un bucanero o un corsario que se enamoraba de la hija del gobernador de tal o cual isla:):):)
Un abrazo no te preocupes por lo del poema ya surgirá algo deja al tiempo que camine solo.
Un abrazo y Feliz, Feliz Navidad.
vaya no sabia tatas ocsas sobre los piratas, a mi me ocurria lo mismo sobretodo sabia cosas de "monkey Island".Un saludo Caboblanco y felices fiestas!!
Tengo que reconocer que soy una total analfabeta en temas de piratas y me ha encantado enterarme de estas cosillas.
Muchas felicidades y que se cumplan tus sueños.
Besos. Carmiña.
De piratas, salvo algunos apuntes que recuerdo de la niñez, ando igual que vosotros. Afortunadamente siempre nos quedará la oportunidad de acudir a algún buen libro.
¡Abrazos para todos!
Muy acertadas los comentarios de los compañeros/as deL POST, ya me lo he aprendido,pero echo de menos a un pirata muy conocido del S XVI y que nos hizo la vida imposible, el navegante y corsario inglés Drake, que sirvió en el mar a la política antiespañolade Isabel I Tudor de Inglaterra y de Francisco II de Francia saqueando puertos metropolitanos y coloniales , participando en la derrota de la Armada Invencibley en reconocimiento la reina de Inglaterra lo nombra Sir Francis Drake.Sobre los piratas existe gran cantidad de literarura adornada pero con una base de realidad muy fuerte.
Me encantan las películas de piratas, como La posada de Jamaica, La isla de las cabezas cortadas, El Tesoro de Morgan, Scalawag (Pata de palo)etc. Hasta el año que viene.
De los otros piratas, los que más me atraen son Barbanegra y Morgan ¿por qué? por canallas, podrían contarme muchas cosas interesantesNina
Yo la versión que conozco (y muchos de mis amigos también) sobre la historia de las mujeres pirata es la que comenta Marian. Por otro lado, el nombre del capitán era Jack Rackham, no Rackman, conocido popularmente como "Calico Jack" o "Calico Rackham el Rojo" porque usaba ropa interior de calicó rojo (cosa que en la época era enormemente cara). Se supone que era un pirata de gustos muy refinados y sibaritas, pero que como pirata dejaba mucho que desear, la verdad.
Su bandera personal es actualmente muy utilizada en las películas (es la de la calavera con dos espadas cruzadas bajo ella).
Lo de las banderas es otro tema muy interesante. Realmente, los piratas no usaban las famosas banderas negras más que como firmas de identificación personal. Solían llevar la bandera de su país, y cuando iban a atacar a un barco cualquiera, la bajaban e izaban una bandera roja, que a partir de 1680 se adornaba con un jabalí o una calavera en el centro.
Las banderas negras, como dije, eran la firma que se hacía cada pirata (cada uno tenía una personificada y con distintos elementos que iban desde la consabida calavera a cualquier otra imagen o emblema que los diferenciase), y no se empezaron a usar en vez de las rojas hasta un poco más tarde (sobre el 1700 más o menos). Eso sí, mostraban esa bandera y, si el barco atacado no se rendía, izaban una totalmente roja como símbolo de que iban a atacarlos a muerte (rojo por la sangre y esas cosas).
Hola a todas otra vez... y digo todas porque Turulato aún no ha juzgado conveniente pronunciarse ¡no me dejes solo, amigo mío! Como veo que el tema de los piratas está dando para mucho, procedo a colgar en un nuevo post, una imagen de las banderas con las que los piratas más conocidos identificaban sus naves. Y, principalmente en honor a MAZA, que ha sido la que ha introducido el interesante apunte de las banderas. En cuanto al nombre de "Cálico", en la obra de la editorial Johnson´s, "Pyrates", viene como RACKMAN y en la enciclopedia Britannica como RACKHAM... uno había que escoger. Por lo demás ¡muchas gracias!
Nina, he preferido no considerar a Francis Drake un pirata ¿por qué? pues por dos razones fundamentales. En primer lugar, comandó tropas regulares de su país en combate en multitus de ocasiones, cosa que a todas luces no parece dentro de las prerrogativas de un bucanero. Drake mandó a Barones, lores, Duques... todo ello antes de ser agraciado con el título de "SIR". En segundo lugar, prefiero no ir de Quijote por la vida y no considerar a Drake un Pirata, por el hecho de que en ocasiones nos quitó algo, que nosotros previamente le habíamos sustraido a otros. En esta ocasión me viene a la mente la famosa frase de MARCO AURELIO:
"...tanto tú como yo, solo somos dos pequeños ladrones"
GRACIAS NINA Y GRACIAS MAZA
Feliz díá de Navidad y Próspero 2006, : creo que mi error del día anterior con Drake estaba en que no distinguí entre pirata, filibustero,corsarío y bucanero. Filibustero sucesor de los bucaneros,estaban al amparo de FRanciaa e Inglaterra y se establecieron en la isla Tortuga, son piratas del S XVII e infestaron las Antillas.
Corsario buque de propiedad particular armado con autorización del gobierno de la nación cuya banderaa arbola.
Bucanero de origen francés (Boucanir) y significa hombre de vicios se le aplicó a los piratas y aventureros franceses, ingleses y holandeses que saqueaban las colonias españolas.
Pirata, ladrón de mar, no está sometido ni a estado ni ley. Por eso Drake, no puede ser pirata como yo creía.
Es mi barco mi tesoro
Es mi Dios la libertad
Mi ley la fuerza y el viento,
Mi única patria la maar...
No entiendo dos cosas :...no quiero ir por la vida de Quijote...
la frase de Marco Aurelio:" Tanto ú como yo, somos dos pequeños ladrones."Afortunado, alegre y dichosa 2006.
Hola Nina... ¡Ja, Ja!.. te cuento: Lo de ir "de Quijote por la vida" hace referencia a esa perniciosa costumbre que a veces tenemos los españoles de creer que somos el ombligo del mundo y, al mismo tiempo, de pensar que todo el universo está en contra nuestra contra y nos pretende robar y perjudicar a cada instante. Por eso digo que, objetivamente, tanto España como Inglaterra defendían sus intereses, cada uno con los medios de que disponía.
En cuanto a la frase de Marco Aurelio, pertenece a su obra "Meditaciones", un conjunto de sentencias y aforismos impregnados de su mentalidad estoica y pelín pesimista. En una ocasión, uno de sus generales vino a darle la enhorabuena por tomar una ciudad Sármata, y él le contestó: "Igual se cree una araña cuando ha atrapado una mosca, y tanto ella como yo solo somos pequeños ladrones". La frase viene a decir que, el que para uno es visto como un héroe, para otros puede suponer un desalmado. Como DRAKE...
Primero de todo y aunque llego tarde :s
Felices Fiestas de todo crazón..
Al leer tu post me ha venido a la menmte Burt Lancaster, con su pícara sonrisa, haciendo piruetas por el barco..aissss, las sesiones matinales ;)
Buena e interesante lección, como siempre :)
Pd... haber criado un hijo en vez de una piara de gorrinos…", disculpa pero me ha llegado al alma ;)
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