A los españoles siempre se nos ha dado bien pelear. El carácter de nuestros antiguos... belicoso, duro y sufrido, hizo que desde el principio de la presencia “extranjera” por estos lares se demandaran grandes cantidades de soldados a sueldo para completar a los, en ocasiones, menguados ejércitos que desplazaban hasta aquí Romanos o Cartagineses. A las tribus hispanas esto les venía de perlas... total, ¡si se iban a pegar de todas maneras! ; el principal inconveniente del asunto era la dificultad de manejar el conflictivo carácter de nuestros tatarabuelos... me explico: Los mercenarios hispanos tenían un absoluto desprecio por la cadena de mando; sí, en algún momento, celtíberos, vacceos o calagurritanos atisbaban en el horizonte la oportunidad de “pescar” botín o arreglar antiguas cuentas con los de la tribu de al lado... ¡el infortunado general que los mandase ya podía decir misa! Ni corto ni perezoso, el jefe tribal arengaba a sus soldados, se daba media vuelta y dejaba al Escipión de turno, compuesto y sin novia. Además, como la segunda especialidad hispana era cambiar de bando por cuatro duros, no era extraño que el comandante anteriormente abandonado se los encontrara ahora enfrente, amenazando con partirle la crisma, o incluso se le presentaran tras la batalla requiriendo muy dignamente sus jornales... por una batalla en la que no habían participado.
El caso es que, cuando los romanos se acostumbraron a nuestra particular forma de ser, descubrieron que, bien motivados y al corriente de cobro, los soldados de las tribus de aquí, constituían una inmejorable infantería ligera con la que llevar a cabo reconocimientos y persecuciones. En cuanto a la caballería, la facilidad con la que montaban los celtíberos también fue aprovechada por Roma, que les mandó a reforzar guarniciones y custodiar fronteras en lugares tan apartados como Germania o el Muro de Adriano. Pero, además, hay un tipo de guerrero netamente hispánico mucho menos conocido pero igual de importante y sugerente, ya que acompañaron a los mejores generales romanos de todas las épocas, y siempre salieron airosos de las tareas que se les encomendaban... a pesar de estar armados solo con una honda.
El caso es que, cuando los romanos se acostumbraron a nuestra particular forma de ser, descubrieron que, bien motivados y al corriente de cobro, los soldados de las tribus de aquí, constituían una inmejorable infantería ligera con la que llevar a cabo reconocimientos y persecuciones. En cuanto a la caballería, la facilidad con la que montaban los celtíberos también fue aprovechada por Roma, que les mandó a reforzar guarniciones y custodiar fronteras en lugares tan apartados como Germania o el Muro de Adriano. Pero, además, hay un tipo de guerrero netamente hispánico mucho menos conocido pero igual de importante y sugerente, ya que acompañaron a los mejores generales romanos de todas las épocas, y siempre salieron airosos de las tareas que se les encomendaban... a pesar de estar armados solo con una honda.
Sí... los honderos o funditores baleares figuraron entre la infantería ligera más solicitada de su tiempo... y también de las más caras. Los historiadores no se ponen muy de acuerdo sobre su origen y ni siquiera se sabe de qué pueblo acogieron tan insignificante arma pero lo cierto es que los yacimientos han puesto de manifiesto que alrededor del año 4.000 a. C., en Mallorca ya había gente tirando piedras y algo más tarde, en época cartaginesa, ya llamaban a sus habitantes los “Ba´le yarohs” que en púnico antiguo quiere decir algo así como “los maestros lanzando”. Cuando los romanos llegaron a las costas de la actual Baleares recelaron de su capacidad guerrera debido a la insulsa apariencia de pastores que se gastaban los nativos, pero pronto quedaron maravillados viendo atinar con la honda a niños que apenas levantaban un metro del suelo. Ahora ya no nos parece tan extraño, pues sabemos que estaban motivadísimos: sus madres les colocaban la comida colgada de una rama y no podían probar bocado si no conseguían derribarla con alguna de las tres hondas con las que iban armados.
Total, que los romanos, que eran listísimos, pronto se dieron cuenta del estrago que podría formar un grupo de buenos honderos en las compactas masas de bárbaros con las que se tenían que enfrentar un día sí y el otro también, y les contrataron; A partir de entonces un fuerte contingente de Baleáricos cruzó regularmente el mediterráneo para machacar a pedradas a hispanos varios, o cubrir las frecuentes retiradas a las que los romanos se veían abocados ante la fiereza de los “nosotros” de entonces. Cómo dieron muy buen resultado pronto les hicieron fijos y, para celebrarlo marcharon a la Galia como complemento a las extenuadas legiones de Julio César, el cual apreciaba sobremanera la frugalidad de sus nuevos soldados a la hora del almuerzo, así como su habilidad y precisión a la hora de lanzar piedras o balas de metal... ¡de hasta medio kilo!. Con el paso del tiempo y la evolución militar del Imperio Romano, que pasó de conquistar a defenderse, la contribución de estos peculiares soldados se hizo cada vez más prescindible. De todas formas, aún les quedaba por delante su mayor momento de gloria y, en cierto modo, el más y mejor recordado. Alrededor del 113 d. C. el emperador Trajano juzgó conveniente acompañarse de varios centenares de ellos para apoyar una gigantesca operación de castigo contra el rey dacio Decébalo. Durante la guerra, que fue durísima y sangrienta, una columna muy desprotegida de aprovisionamientos romanos fue descubierta por la caballería enemiga y atacada al instante. En la caravana figuraban casi cien honderos que, muy tranquilos, bajaron de los carros y las mulas, desenredaron las hondas y procedieron al noble deporte del "descalabro del dacio", con tanto éxito, que esto les bastó para aparacer esculpidos en uno de los mayores monumentos del mundo antiguo: la Columna de Trajano.
En cierto modo, siguen viviendo entre piedras...
25 comentarios:
Hola caboblanco:
Deliciosa história la de los honderos.
Conocía ese buen renombre de los mercenarios españoles, en especial el de los almogavares que tan grato "recuerdo" dejaron en Constantinopla.
Es curiosa esa afición al hecho de combatir por dinero, seguro, como tu apuntas, que era más por la oportunidad de machacar unos cuantos que por el dinero.
Es aquello de que a mi me encanta mi trabajo y además cobro por él.
Hace poco leí la historia de la famosa Guardia Suiza del Papa, que resulta que en su origen eran tropas mercenarias contratadas por el Papado de aquella época, lo hacían entre suizos porqué tenían fama de buenos guerreros y, aunque parezca mentira, en aquella época Suiza era un país muy pobre y el servicio en ejercitos mercenarios era, como decimos ahora, una salida laboral. Eso sí, ellos lo tenían muy bien estructurado, con un organismo que se encargaba de la contratación y demás.
Saludos y buen fin de semana
José
Hola Caboblanco, heme aquí ya de vuelta y saboreando como siempre las deliciosas historias que nos cuentas y que leo cómo si jamás las hubiera escuchado... Bueno, la de los honderos la conocía, pero leértela a ti, y enriquecerla con los comentarios que te hacen, es un placer.
Un abrazo entrañable
Hannah
Parece ser que la honda tuvo en el ejercito romano, y posíblemente en algún otro, un papel tan importante como el arco y la flecha.
En los diferentes campos de batalla se han encontrado gran cantidad de proyectiles de honda, lo que demostraría la intensidad de su uso.
El proyectil más perfeccionado recibía el nombre de glande, lo que nos orienta sobre su forma.
Hace unos días he tenido alguno en mis manos y hay que echarle algo de imaginación para verlo como tal. En realidad tiene forma de doble cono, de base común y vértices opuestos.
Por aerodinámica, el eje mayor se orienta en la dirección de vuelo, de manera que impacta de punta, lo que es una suerte para el blanco, pues más vale que se te clave una punta que te desgarre una maza.
Además, el cono de salida genera en vuelo un vacío aerodinámico que impulsa al proyectil.
Los que conozco son de piedra o de plomo y el mayor problema para el tallista tuvo que ser como lograr el equilibrado dinámico -o aproximarse a él- para evitar cabeceos en vuelo y disminución del alcance.
Llevan inscripciones que han servido para datar el yacimiento, ya que muchas de ellas llevan abreviado el nombre del "jefe" y existen ejemplares con leyendas muy diversas, incluyendo el numero de la legión a la que pertenecían.
Como nota curiosa, en ocasiones llevan grabados mensajes propagandísticos e incluso insultos al enemigo.
Me imagino que, en caso de necesidad, terminarían lanzado el pedrusco que tuviesen más a mano, sobre todo sí el blanco estaba próximo.
!Vaya peazo de Tarzán que nos has puesto!...:)
El artículo de hoy me parece interesante, no sabía que fuera de las reyertas infantiles y labores de pastoreo, la puntería con piedras fuera aplicada a los ejércitos.
Un abrazo y buen fin de semana
Me ha recordado a Viriato...
debió de ser el "hondero menos desconocido"
:-)
besos!
Me suena... sobre todo si retrocedemos un poquito.
Cuando Goliat se lanzó contra David, éste metió rápidamente su mano en la bolsa, sacó la piedra y se la tiró con la honda. La piedra alcanzó al filisteo, hundiéndosele en la frente. Este cayó de bruces al suelo.
David, entonces, corrió y se puso de pie encima de su cuerpo, tomó su espada y lo remató cortándole la cabeza. Los filisteos, al ver muerto a su campeón, huyeron. Así, pues, sin otra arma que su honda y una piedra, David derrotó al filisteo y le quitó la vida.
Saludos.
Tienes razón que los honderos eran famosos y apreciados a la hora de elegir luchadores, los cartagineses, cuando emprendieron la conquista de Sicilia, contaron con ellos aunque en este caso los romanos fueron los ganadores.
En el caso de los romanos, cuando decidieron apoderarse de las Baleares, con Quinto Cecilio Metelo al frente, no les resultó tarea fácil por culpa de los honderos, que con su puntería certera se llevaron por delante a muchos romanos y si no hubiese sido por los arqueros quizás hubiesen tardado bastante más en poder poner sus pies en las islas.
Un abrazo
Con lo que se demuestra que hasta las armas "más inocentes" pueden hacer mucha pupa si están perfectamente utilizadas.
En cuanto a la información complementaria que nos da Turulato, me ha hecho mucha gracia que ya en aquel entonces aprovecharan hasta las piedras y la guerra para hacer propaganda.
Bicos.
José, la guardia suiza figura entre los ejércitos con más prestigio en el mundo, pero ni así escapan a los problemas de contratación. Un guardia cobra unos 1.200 euros, cuando el sueldo medio en suiza es de más del doble.
Turu, lo de las inscripciones todavía se lleva – lo sabes mejor tu que nadie – y en los portaviones estadounidenses durante la guerra del golfo, los armeros decoraban las bombas con “recaditos” para sus enemigos. Las guerras no entienden de edad y se repiten comportamientos. Hace unos años se rescató parte de un poblado dacio muy bien conservado gracias a las excepcionales condiciones del suelo. Los arqueólogos observaron perplejos varios graffiti esculpidos en la piedra de alguna casa que había quedado en pie: todos eran ofensivos y sanguinarios y siempre firmaba los mismos…LEGIO XXI RAPAX.
Jubilado, muy bíblico nos venís… La leyenda es aleccionadora y preciosa, y ya solo merece ser aplaudida teniendo en cuenta las maravillosas obras de arte que ha motivado.
Leo, efectivamente conquistar baleares no fue fácil. Los honderos tiraban piedras enormes a los cascos de los buques y amenazaban hundirlos. Metelo tuvo que llenar odres de cuero con paja para amortiguar los golpes y no quedarse sin barcos.
Un abrazo.
...Los romanos tardaron dos siglos en conquistar toda la Hispania y los últimos que se resistieron fueron los guerreros cántabros. Hasta el mismo César tuvo que venir a poner orden.
Tardaron doscientos años en romanizarnos, pero qué bien lo hicieron, porque hoy nadie se acuerda (incluso la historia actual lo obvia) de estos habitantes de las rocas en La Montaña, etimología de Cantabria, la más pequeña de las comunidades autónomas españolas. Al fin y al cabo, seguimos entre peñas y piedras...
SALUDANDO: LeeTamargo.-
Buenos días domingueros Caboblanco, no he podido entrar en tu página hasta hace un ratillo.He leido tu artículo y conocia algunas cosas de caracter general, la información ha sido completísima y se me ha ocurrido una cosa,la catapulta no puede ser un tirachinas a lo bruto, asi como la lombarda?. Lo digo porque la historia se adapta a las necesidades y podía suponerles pequeño el tirachinas, los otros dos artefactos se usaban para lanzar piedras más gordas, digo yo.un beso Nina
Desde luego, con todas estas lecturas, me voy a poder presentar a uno de esos programas de televisión, tipo ¿quiere ser millonario?
Gracias y un abrazo
Los honderos baleares eran muy apreciados porque, además de ser muy efectivos, como buenos pastores de cabras que serían en tiempos de paz, también eran muy frugales. Además hay que tener en cuenta que al estar en retaguardia y tener armamento más pesado tardan más en llegar al saqueo del botín (para mayor beneficio del resto de los soldados).
La espada ibérica, la falcata, se consideró un arma excepcional que servía tanto a caballo como a pie. Los soldados romanos se protegían con grandes escudos, pero se han hallado numerosos restos arqueológicos en los que se ve que muchos de ellos murieron en combate desangrados por un corte profundo en el tobillo o el talón. La falcata tenía una forma perfecta y una hoja muy afilada para hacer gran daño en combate.
Hola otra vez.
Lee, de hecho, decir que los cántabros y astures fueron efectivamente conquistados es poco menos que un eufemismo. Roma se conformó con construirlos un simpático guetto a base de la Legio GEMINA y seis unidades auxiliares pero la jurisdicción del Imperio sobre esas latitudes era más ficticia que real.
Nina, juraría que la Lombarda es la verdura que mi madre pone en Nochevieja y yo nunca me como... ¿Querías decir Bombarda?. En cualquier caso, las máquibnas de guerra romanas merecen un post por sí solo, pues eran muy variadas y especializadas. Un resumen muy a grosso modo, las separaría en tres tipos: las que lanzan dardos o venablos (scorpio), las que arrojan piedras horizontalmente (ballistas) y las que las arrojan parabólicamente (onager)
Kelkian, lo bueno de la falcata es que su centro de gravedad está muy bien calculado para poder dar estocadas y rajos, sobre todo si eres un hombre poco corpulento, como un hispano de entonces. En cuanto a su españoleidad, las útlimas investigaciones dudan de que tanto la falcata como el gladius, sean modelos hispanos, al menos en esencia. ¿Quizás retocamos modelos griegos...?
Amigo Caboblanco me he reido de verdad con tu comentario de mi lombarda, que tampoco me gusta y da muchos gases yo habia estudiado algo parecido me sonaba y lo puse pero al leer lo de bombarda mi picó la curiosidad y me fui al diccionario y los dos llevamos razón, porque lombarda significa cañón de artillería para lanzar grandes piedras.Castlla la tomó de Aragón donde se denominaba Bombarda, también se le llamó gombarda .Tanto la palaba lombarda como gombarda serán una corupción de bombarda.Asi que te llevas la razón enterita.Un abrazo Nina
Yo no conoía la historia, pero me ha gustado mucho!! Sobre todo porque aquí se usaba hace muchos años también mi abuelo materno cuenta a veces historias.
Como siempre un placer leerte.
Bikos.
Hasta los "Auxilia" tienen un rinconcito aquí...
Me gusta el blog, gente.
Saludos.
Hola Cabo blanco...
¿Sabes? sinceramente cuándo te visito no sé que decir :( y efectivamente en ocasiones me voy sin dejar huella de que estuve aquí :( Es que sueno tan repetitiva al decir siempre lo mismo. ¿Qué le vamos hacer? sí de verdad eres gran maestro y tus post son geniales :)
Saludos!
;o)
me ha agradado mucho tu pagina, es un vistazo al pasado, descrito de una manera facil y entendible
un abrazo!
Que curioso, de esto no tenía la menor idea. Cuánto se aprende contigo.
Un abrazo
Buena indagación sobre los orígenes de presente. Si es que somos muy "suigéneris", y siempre hemos sido un poco anárquicos. Muy interesante lo de la honda, que nos has servido en bandeja. Es divertido leer tu historia. Como la cuentas. Besos
Me ha encantado tu artículo sobre los honderos, en particular porque se desmiente una falsa apreciación, que yo he tenido hasta hace poco, sobre la valía de estas tropas "auxiliares". Uno piensa en un soldado, más bien un pastor, tirando piedras y lo cierto es que no le ve agresividad ninguna (ni efectividad). Cuando me enteré que esta gente llevaba una bolsita con proyectiles , metálicos o pétreos,especialmente diseñados para lanzar con la honda ya empecé a tomarlos en serio. Un proyectil de esos podría asimilarse, creo que perfectamente, a una bala de una arma de fuego actual. Y seguro que ni escudo, ni caso ni narices, allá donde diera, legionario malherido o difunto.
He buscadop un par de enlaces por ahí:
La primera que trata de las tropas mercenarias ibéricas http://www.aceros-de-hispania.com/falcata-ibera.htm
(donde se dice:en Cannas, Aníbal tuvo que alternar compañías españolas y galas porque no se fiaba de éstos últimos y sabía que los españoles cumplían siempre con las órdenes hasta el final.
)
y esta seguna que va exclusivamente de honderos, con alguna foto de las piedrecitas que esta gente lanzaban y los distintos tipos de honda (había de corto y largo alcance):
http://honderosbaleares.org/index1.html
(y se cuenta que:con Aníbal Barca lucharon en la toma de Sagunto, y durante la segunda guerra púnica en las batallas de Trebia, Trasimeno, y, sobre todo, en Cannas donde los escritos referentes a la batalla dicen que el procónsul que dirigía al ejército romano fue abatido por un proyectil.
Unas gentes para tomárselas muy en serio.
saludos
Un gusto pasar por aquí y aprender tanto de España. Cada vez me asombró más de todo lo que ha pasado en la historia de tu país.
Un saludo desde Colombia.,
sobre el post de abajo
la historia espaniola es de risa,... de morirse de risa por no llorar...
solo la de los italianos es mas triste...
pero es tan joven el pais...
q pena de pais Dios...
honderos,,,,
cuanto tiempo sin oir esta palabra..
interesante
un saludo
robert
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