lunes, 26 de junio de 2006

La expedición de la vacuna

Vacunación de un regimiento de infantería

La viruela es una enfermedad extremadamente contagiosa que diezmó a la población americana desde el mismo momento de la conquista del Nuevo Mundo. Las huestes hispanas, aparte de espadas, ballestas y arcabuces, iban acompañados, sin saberlo, por toda una suerte de virus desconocidos en los territorios americanos, que iban a ejercer de terribles armas de destrucción masiva; los españoles mataron, pero las infecciones que portaban mataron a muchos más. Y lo peor es que aquello no parecía tener solución de continuidad: cada cierto tiempo, años o décadas, las cepas mutaban y desencadenaban terribles epidemias que implantaron por fin, es un decir, la solidaridad y la justicia en el continente americano… moría igual un virrey en su palacio que un humilde zambo en su choza… Entre el 30 y el 50 por ciento de la población según la época y la zona.

Hasta el siglo XVIII, la lucha contra la viruela era la resignación, el rezo, la limosna y la suerte pero, con la llegada del siglo de las luces, se intentaron poner en práctica políticas de aislamiento que, junto a la mejora de las condiciones higiénicas, prepararon el terreno para la aparición de la primera vacuna, obra de una lumbrera llamada Eduardo Jenner, en 1796. “Edu”comprobó por casualidad que las ordeñadoras de vacas que tenían heridas en las manos se contagiaban de Cow-pox o viruela del ganado vacuno pero que, por el contrario, se mostraban inmunes al contagio con la viruela humana.

Pues bien, contrariamente a lo que venía sucediendo por estos lares, por una vez, la monarquía española decidió no quedarse al margen de un adelanto científico y, previa consulta al Consejo de Indias y a la "Comisión de médicos de cámara y cuna de su majestad" – esto no es coña… - se declaró la conveniencia de difundir la vacuna en las Españas de ultramar, que no colonias. Pero, como MRW aún no se había inventando, se recurrió a una Real Expedición sobre la que recayó la responsabilidad de hacer llegar las novísimas vacunas al otro lado del atlántico y, lo que era más importante, de convencer a los indios que se les pinchaba por su propio bien, y no por seguir con la vieja costumbre hispana de cabrearlos...

El caso es que, el 30 de noviembre de 1803, partió de A Coruña la corbeta “María Pita”, un viejo barco militar de segunda mano que fue donado por un particular, arribando sin novedad a las costas de Puerto Rico tras de 34 días de dura travesía. Las noticias que les esperaban al desembarcar eran alarmantes: En el virreinato de Nueva Granada la epidemia se había extendido hasta el último confín de la selva. Además, también se tenía constancia de lo insostenible de la situación en los territorios filipinos; así que, el capitán de la expedición, el cirujano militar Francisco Xavier Balmis, decidió dividir los recursos, fletar un nuevo buque y dividir la expedición en dos, una con destino Los Andes y Buenos Aires y la otra con el propósito de aliviar la situación en Filipinas… Los expedicionarios de ambas rutas jamás volverían a verse, pero se las ingeniaron para, soportando inmensos sufrimientos, recorrer la ruta asignada vacunando a todos aquellos niños que se encontraban a su paso… Muchos médicos españoles compartieron el destino de sus ancesros, dejándose la vida en aquellas selvas ignotas, y en aquellas atronadoras montañas... pero en esta ocasión, armados solo de jeringuillas y con el único escudo de su corazón.

Curiosamente, el éxito de ambas expediciones estaba en manos de la infancia, el estrato social que más soportaba el sufrimiento asociado a esta enfermedad. En una época en la que no había modo de conservar ningún preparado médico más allá de unos días, fueron un número incalculable de niños los que transportaron en sus brazos la linfa vacuna. Solo conocemos los nombres de los 22 que cruzaron el atlántico, gallegos para más señas pero, una vez en América, los doctores españoles se las ingeniaron para ir recabando más niños para su proyecto…

Una nueva conquista... producto de unos nuevos tiempos.

19 comentarios:

Anazia dijo...

Con cosas como éstas todavía siento esperanzas para algo catastrófico de hoy, como es el SIDA. Quién sabe, igual el día de mañana vemos a niños de un lado de otro portando la cura, o no tan niños ;)

Anónimo dijo...

La viruela es la única enfermedad que ha sido erradicada por completo; el último caso conocido se remonta a 1977.
En mayo de 1980, la OMS consideró a la viruela erradicada definitivamente
Actualmente la firma británica de Acambis Plc anunció que comenzará a hacer pruebas con una nueva vacuna contra la viruela para Estados Unidos, por el temor de una guerra biológica tras los ataques al World Trade Center y el Pentágono. Los ataques han dado una nueva urgencia al trabajo de Acambis Plc, ya que el gobierno de Estados Unidos pidió preparar una vacuna que cumpla los requisitos modernos de seguridad.
Un saludo

Mayte dijo...

Ojalá...siempre existiera o se encontrará una cura para cada mal que nos acecha...en todo sentido.

Mil bikos y buena semana!

Chus dijo...

Por suerte, hay cosas de las que sí aprende el hombre. Esperamos que siga aprendiendo... mucho.

Besos

Portobello dijo...

Bueno, después de tanto mal, intentamos paliarlo con un poco de bien. Al fin y al cabo había que conservar a la población de las colonias, sino como iban a dar frutos. Estos descubrimientos científicos son lo que hoy tenemos que tomar como ejemplo para investigar con células madre.
No tengo mucho tiempo esta última temporada para visitarte, pero vive dios! que no dejaré de hacerlo. Son muy entretenidos tus textos.
Saludos

Anónimo dijo...

...Sin duda aquellos héroes sembraron el germen de la primera ONG solidaria. Son este tipo de gestos los que hacen avanzar la historia, claro... SALUDÁNDOTE:
LeeTamargo.-

Luis Caboblanco dijo...

Hola a todos. Desde la ignorancia médica, creo que el caracter vírico del SIDA hará que se cure antes que el cáncer, que en el fondo, no es más que el envejecimiento acelerado del cuerpo humano. Creo que hay dos cepas activas de viruela, ambas bajo control en dos laboratorios, uno américano y otro ruso.

Anónimo dijo...

Balmis cirujano españoldel S XIX.Fue mandado encomisión cientifica para propagar la vacuna de la viruela primero en Canarias, Cuba, Venezuela, Filipinas.
Dejó un libro sobre:Instrucciones para la conservación y administración de las vacunasy para el establecimiento de juntas que cuiden de ellas. Un abrazo Nina

Silvia dijo...

Sabía de la creación de esta vacuna, pero no de su 'método' de transporte.
Si existen dos cepas activas y las tiene en su poder EEUU y Gran Bretaña, ¿para qué la vacuna? ¿Es que hay algunas que no tienen controladas?
Caboblanco, también desde mi ignorancia médica, creo que no es tan fácil. El VIH es un retrovirus (algunos tipos de cáncer se dan a causa de retrovirus) con un alto poder de mutación y aunque algunas de esas mutaciones no son viables, otras lo hacen tremendamente resistente a los antirretrovirales. De todas formas, yo no pierdo la esperanza de que encuentren una cura pronto.
Un saludo

Laura Martillo dijo...

Interesante la historia de la primera vacuna. Había otra que era igual de fascinante y es sobre la vacuna para el polio y su relación con el desarrollo del VIH.
Probablemente los monos rhesius usados en el primer experimento de vacunación, portaron virus que experimentaron mutación y de allí algunos investigan si acaso fue el VIH solo un virus de laboratorio.

Esa teoría me parece mas descabellada que el código Da vinci, nunca mas hallé esa página. Tu sabes algo al respecyo?

Saludos.

Luis Caboblanco dijo...

Las teorías sobre el origen del VIH tienden a tener un aspecto descabellado. Un estudio científico sitúa el origen del sida en 1930 en el África Central. Los investigadores apuntan que el contagio se debió a la ingesta masiva de carne de chimpancé contaminada por parte de los nativos. lo que favoreció después la trasmisión del virus a través de la sangre. Yo, personalmente y careciendo de elementos de juicio, creo que es una casualidad y dudo mucho que el VIH empezara en un laboratorio pero...

Chus dijo...

Realmente el origen del VIH ahora es lo de menos. Lo preocupante es que haya gente que se dedique a contagiar voluntariamente a sus conciudadanos (salió un caso hace relativamente poco en la prensa). Yo creo que no surgió en un laboratorio, porque me gustaría pensar que si hubiera sido así, no se tardaria tanto en encontrar un antídoto, no?

Besos

Anónimo dijo...

La expedición de la viruela ha tomado otros derrotero, que me alegro que salga a colación dada su gravedad y las dudas reales o falsas que andan por ahí,el VIH que tantas muertes provoca. Pero quiero como mujer dar a conocer o mejor dichorecordar que fue unaa mujer la que con su "cabezoneria" y esfuerzo hizo ver a los médicos ingleses su efectividad, me refiero a Lady Mary Montagu . Ella la sufrió e hizo que utilizaaran la variolación en un hijo suyo de 6 años con un rotundo exsito. Fue e 1718, en 1721 una epidemia severa de viruela se desató en LOndres, lady Mary hizo que fuera vaaaaaaaariolaada su hija Mary de 3 años con un exito rotundo. ya los médicos aceptaron la inoculación del virus sin corta pisas Nina

Anónimo dijo...

Como mis conocimientos sobre medicina son nulos, recogí esta información en Wikipedia que puede ser interesante:
Las formas clínicas de la viruela son dos, a saber: variola mayor es la forma grave y más común de la viruela, que ocasiona una erupción más extendida y fiebre más alta. Hay cuatro tipos de variola mayor: la común (es la más frecuente y se observa en 90% o más de los casos); la modificada (leve, y se observa en personas que se habían vacunado); la lisa; y, por último, la hemorrágica (éstos dos últimos tipos son raros y muy graves). Históricamente, la variola mayor ha tenido una tasa general de mortalidad de aproximadamente 30%; sin embargo, la viruela lisa y la hemorrágica suelen ser mortales. La variola menor es un tipo menos común de la viruela y una enfermedad mucho menos grave, cuyas tasas de mortalidad han sido históricamente de 1% o menores.
Una persona con viruela a veces es contagiosa cuando empieza la fiebre (fase pródromo), pero alcanza su máxima capacidad para contagiar cuando empieza a salir la erupción. Por lo general, en esta etapa la persona infectada está muy enferma y no puede desplazarse en su comunidad. La persona infectada es contagiosa hasta que se le haya caído la última costra de viruela.
Un abrazo (sin viruela por supuesto)

Lunarroja dijo...

Como de costumbre, muy interesante.
Y sí, en ocasiones, el avance (de tiempo, tecnológico...) sirve de algo.

Anónimo dijo...

Todavía quedan "pestes" por erradicar.De algunas tenemos vacuna o remedio... pero no al alcance de todos.
Muy interesante el artículo y los comentarios.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Esta si que fue una buena conquista. La transmitir dosis de salud.
Ojalá no dejemos de estudiar y compartir avances que supongan la erradicación de antigua sy muevas enfermedades. Brindemos por la salud.

Besos

Turulato dijo...

Poco que añadir, así que comentaré algo sobre la imagen..
En la mayoría de los ejércitos se impuso el color rojo en parte de la uniformidad de la Infantería.
La razón era de índole práctica. La hemorragia no destaca tanto cuando empapa un paño rojizo...
Y el Orden Cerrado con el que maniobraban permitía buenas carnicerías.
Curioso contraste..

Anónimo dijo...

La expedición de Balmis en el "Maria Pita" es un magnifico ejemplo de solidaridad y ciencia, y los detalles de la historia apasionante sobre la que hay editados varios libros.