miércoles, 4 de enero de 2006

La cólera de Aquiles

"Aquiles entre las hijas de Licomedes" de Nicolas Poussin (1650)

Aquiles encarna al héroe clásico por excelencia: apuesto, valeroso, temerario… y propenso al exceso de toda emoción, ya sea ésta positiva o negativa. Como todo héroe, a Aquiles se le conoce también por otros nombres; su pseudónimo más habitual en la Iliada es “Pélida”, que significa simplemente, “hijo de Peleo”; otros como “el de los pies ligeros” o “el de la dorada cabellera” hacen referencia a sus excepcionales condiciones físicas. Pero el apelativo por el que muchos lectores le recordamas es aquel que lo califica honrosamen de ser “el más valiente de los griegos”.

Pues bien, el más valiente de los griegos, era hijo de la ninfa Tetis y de Peleo, un valeroso hombre que había sido Rey de los mirmidones de Tesalia, y que había participado en la expedición de los Argonautas. Su madre, al verlo recién nacido, se entristeció sobremanera ya que el bebé, aparte de ser más pequeño que un suspiro, no quería mamar… y por eso le puso el nombre de “Aquiles”, que significa “sin labios”. Afortunadamente el niño iba a disfrutar muy pronto de las ventajas inherentes a su condición de semidiós. En primer lugar, seguro que Aquiles se tenía que poner ciego en el recreo, ya que no creemos que ningún compañero osase quitar el bocadillo al hijo de una ninfa. Además, gracias a su amada madre, el héroe iba a desarrollar una fuerza sin par, aunque a punto estuvo de pagarlo con una neumonía crónica: su madre lo sumergía todos los días en las frías aguas de la laguna Estigia, de la que se decía que convertía en inmortales a aquellos que nadaban en ella. Lamentablemente, a su tenaz progenitora se le olvidó remojarlo por los dos lados por la que la invulnerabilidad no se extendió al talón, lugar por donde su madre lo asía.

Como al hijo de un Dios no le puede educar cualquiera, Aquiles cursó el bachillerato de la época con el centauro Quirón, ser legendario que residía en el monte Pelión y que utilizaba métodos tan avanzados como obligar a comer carne humana a sus alumnos con la intención de aumentar su valor en el combate. Aquiles, buen discípulo, “pasó” de lo de la carne pero aprovechó las clases de tal manera, que no solo destacó en todo lo relacionado con las artes militares, sino que aprendió gramática, canto y hasta curación de heridas, graduándose con sobresaliente justo en el momento en que por la península helénica empezaban a circular los rumores sobre un próximo enfrentamiento con Troya. Temiendo que Aquiles no volviera con vida si partía a la guerra, Tetis le convenció para que se disfrazase de mujer y se ocultara entre las hijas del rey Licomedes de Esciros. Pero al disponer el Oráculo de Delfos que Troya no caería si Aquiles no era de la partida, Agamenón, líder de las huestes griegas, encargo a Odisea – nombre griego de Ulises – que lo encontrara. Ulises no era ni grande ni fuerte, pero debía de ser un lince: ofreció al grupo de jóvenes una multitud de velos, sedas y perfumes, pero también una única espada; Aquiles no pudo apartar la vista de ella ni por un momento, con lo que fue descubierto y debió de unirse a la expedición de los aqueos, las tatarabuelos de los actuales griegos.

Aquiles, una vez sorprendido, debió pensar que ir “pa ná” es una tontería, así que contribuyó al despliegue aqueo con más de cincuenta naves y la flor y nata de sus tropas: la guardia de los mirmidones. Pero lo que nació como una breve guerra de conquista se transformó en un durísimo asedió que llegó a extenderse por espacio de nueve años. En esta situación, las relaciones entre Agamenón, el estratega y Aquiles, el guerrero, no hacían sino ir de mal en peor, hasta que el vaso se colmó a causa del enfrentamiento que los dos mantuvieron por causa de una esclava. Agamenón, que resultó derrotado, exigió como compensación la entrega de una de las esclavas de Aquiles, Briseida y éste, ofendido, decidió mantener a sus tropas lejos de la batalla lo que propició una terrible derrota aquea. Agamenón, comido por el odio y la vergüenza, no tuvo más remedio que suplicar a Aquiles “que saliera al campo a jugar”… más el héroe siempre contestaba con una negativa, limitándose a pasar el tiempo sentado a la puerta de su tienda admirando el paisaje.

Una mañana que la situación se puso apurada de verdad, Patroclo, mediocre guerrero y ojito derecho de Aquiles, convenció a su jefe para que le permitiera ponerse su armadura y responder al ataque enemigo… pero como el hábito no hace al monje, a las primeras de cambio fue rodeado, muriendo a manos de Héctor, primer espada de los defensores troyanos. La muerte del falso Aquiles, solo sirvió para enfurecer de veras al verdadero: primero mató a Héctor e injurió gravemente su cadáver al arrastrarlo por todo el perímetro de la muralla troyana – aunque luego permitió que se le diera sepultura – y más tarde, cargó al frente de sus hombres contra la parte más dura de las defensas troyanas, con tal ira, que por un momento parecía que la ciudad estaba a punto de caer por fin. Fue entonces cuando se cumplieron las palabras con las que muchas noches Aquiles despedía a sus compañeros antes de irse a dormir…

“Si vuelvo a casa, a la tierra de mis padres, perdida está para mi la noble gloria. Yo no estoy aquí para luchar con hombres por causa de las mujeres. Solo quiero cumplir el destino de todo guerrero… morir”.

Mortalmente herido en el talón por una flecha disparada por Paris, un luchador en todo inferior a él, Aquiles murió sin ver la caída de Troya. Según cuenta la Odisea, sus cenizas se guardaron en una cesta dorada junto a las de su compañero Patroclo, siendo depositada en una tumba erigida en su memoria.

La muerte de Aquiles, ni supuso el final de la guerra de Troya, en la que llegaría incluso a participar su hijo Neoptolemo, ni el regreso a casa de los héroes griegos, que se demoró todavía largos años más. Pero ya nunca tendrían los helenos un luchador comparable a él, y así, la caída de Aquiles puede considerarse no como la muerte de un hombre, sino más bien como el fin de una época… aquella en que los hombres miraban a los ojos a los Dioses y les hablaban de tu a tu.


23 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tu visita, Caboblanco. Interesante relato sobre Aquiles y más interesante aún la forma en la que muere. Ya ves, ambicionaba la muerte con gloria... Y una flecha del pobrecito Paris acaba con él, dándole en el talón, único lugar, por otra parte, en el que se le podía dar, si lo que se pretendía era acabar con él,porque era su único punto débil. Esto me lleva a pensar que en esta vida, en este mundo, nada ni nadie es eterno ni invulnerable, todo tiene su punto débil, su punto de aniquilación... ¡Pero que difícil es encontrarlo, sobre todo en ciertas cosas! Por ejemplo: ¿Dónde está el punto débil de la tiranía, de la esclavitud, del neoliberalismo, de los dictadores y las dictaduras, del...? Bueno, creo que me he ido de tema, perdona. Y gracias por tu amable visita a mi Blog.

Un abrazo

Hannah

mixtu dijo...

Excelente pesquisa. Gostei muito deste post e do teu blog. Volverei...
saludos

Anónimo dijo...

Una historia bien contada y amena como siempre, aunque para mi suelen tener últimamente un valor añadido: despertar recuerdos.

En este caso una clase de filosofía, en la que nos contaron la paradoja de Zenón que comenzaba: “Si Aquiles, el de los pies ligeros, el corredor mas rápido del Ática....”

Anónimo dijo...

Lo explicas de una manera tan deliciosa que me estoy volviendo una aficionada a tu blog y a la historia.

Bello cuadro, delicioso barroco francés, este autor tiene otra version del mismo tema pero coincido en tu elección, esta versión me gusta más.

Besos!!

almena dijo...

Ese "tendón de Aquiles" que todos tenemos...
Leerte ha sido recordar, pero recordar en forma amena, lo que hace ya tiempo era una lectura obligada y un poco "ladrillo"... ¡tú la haces entretenida y atractiva! :-)

besos!

Anónimo dijo...

Estupendo, este post. La mitología los dioses y semidioses siempre me han apasionado. Y para colmo tu lo sirves como algo dulce de leer.

PD: No la foto no es mía, luego te envio la pagina de donde la saqué.

Abrazos

Luis Caboblanco dijo...

Hannah, la vulnerabilidad del talón de Aquiles, puede tener una explicación LÓGICA. La armadura que luce Brad Pitt en la película “Troya” no es aquea, sino helenística, del tipo que seguramente portaría LEONIDAS en la batalla de LAS TERMOPILAS, cientos de años más tarde. Aquiles posiblemente llevaría otro tipo de protección, más maciza, que corresponde con los modelos de armaduras aqueas encontradas y que, curiosamente, solo deja ver la parte trasera de las pantorrillas... el único sitio donde un flechazo le podría haber alcanzado.

Dianora, efectivamente, la pinta de “pitt” en la película corresponde a un periodo más tardío. Para que te hagas una idea, Troya (al menos una de las “Troyas”, que de esto también podríamos hablar...) cayó sobre el 1.280 a.C; la Iliada fue compuesta, probablemente, sobre el 750 a.C. y Leonidas, defendió el paso de las Termópilas frente a los “10.000 inmortales” de Jerjes en el año 480 a.C... A pesar de semejantes desfases horarios, en la mayoría de los libros de historia se les sigue llamando a todos griegos por igual.

Elen, no sabía que hubiera otro cuadro del mismo pintor. Indagaré...

Gracias a todos.

Anónimo dijo...

Me lo he leido de arriba abajo, pero espero que allá por junio no nos hagas un exámen pues tengo muy mala memoria

Gracias por tu relato y un saludo

Anónimo dijo...

puun

Raúl dijo...

Un completo relato sobre un suceso sobre el que hay mcuha información, pero algo desordenada a mi parecer.

Gracias a tu post, creo que ya tengo algunas cosas claras.

Como siempre, un gusto pasar por acá.

Saludos,

Verso dijo...

Excelente relato sobre Aquiles, la mitología ejerce una fuerte atracción sobre mi, quizás porque me gusta tanto el mundo de la magia y la fantasía.Besín.

Anónimo dijo...

Como es habitual,estupendo este relato.El título es muy acertado. "La cólera de Aquiles", quizás porque este personaje simboloza el ímpetu de la juventud y el ideal de amistad entre hombres que era para los antiguos griegos una ideal de virtud.
A Aquiles se le atribuyen algunos episodios románticos, el más conocido con la reina de las amazonas Pentesilea, a la que dió muerte en el campo de batalla.
Después de su muerte,se decidió entregar la armadura de Aquiles al guerrero más valeroso.La disputa fue muy original ya que los finalistas, Ulises y Ayax compitieron con un discurso, alegando las razones por las que eran merecedores de la armadura de Aquiles. Ganó Ulises, Ayax enloqueció y se suicidó al poco tiempo.
Un abrazo

Luis Caboblanco dijo...

¡Hola Marian! Buena apreciación... y para aumentar más el mito sobre la bipolaridad del carácter de Aquiles, se dice que se enamoró de ella en el momento de matarla. En cuanto a Ajax, era un terrible luchador, de imponente porte pero de inteligencia “poco deslumbrante”. ¿No será que en el fondo Homero nos quiere ofrecer una metáfora en la que la pluma es más fuerte que la espada?

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Está bien eso de que hasta los dioses tuvieran sus debilidades.
Será verdad, quizás, que hemos sido hechos a su imagen y semejanza?
Una historia contada maravillosamente, aunque eso no es nada nuevo.
Bicos.

Anónimo dijo...

En 1960 se realizó un descubrimiento en una tumba micénica en Dendra, cerca de Micenas. La panoplia completa de un guerrero micénico del siglo XV a.C. en ella la única parte del cuerpo que no protege es precisamente la parte posterior de las piernas. Lógicamente era la única parte vulnerable y de ahí la herida en el talón.
Saludos.

Lunarroja dijo...

Una vez más, estaba equivocada con las historias aprendidas aquí y allá.
Menos mal que está Caboblanco!!

Anónimo dijo...

He sido siempre una aficionada a la mitología. Hay tantas enseñanzas aplicables a nuestra vida diaria. Si además está bien narrada, profundizar en ella es toda una experiencia.

Me encanta tu blog, me voy a dejar caer por aquí frecuentemente.

Anónimo dijo...

amigo Caboblanco he copiado tu Aquiles para guardarlo y que lo lean mis nietos cuando sean grandecitosy les diré este era un señor que redactaba laa historia sui génerís y te la hacía
tan atractiva que sacaba a los personajes al recreo a comerse el bocadillo y a tirarle piedras a los compañeros. Ahora en serio con lo enredosos que son los dioses y semidioses ha quedado muy claro cual fue la vida obra y milagros de Aquiles y la moraleja que podemos sacar de un hecho ficticio de un semidios mitoólgico: todos tenemos un punto debil en nuestra alma, que nos hace vulnerables a los actos de los tiranos
Existe otra leyenda posterior sobre el final de Aquiles; Tetis substrajo de la hoguera el cadaver de su hijo y lo llevó a la isla de Leuca en la desembocadura del Danubio consiguiendo la inmortalidad para sus hijo.
El cuadro me es totalmente desconocido, se que pintores como Rubens, Teniers, Delacroix y otros muchos lo plasmaron en sus lienzos,pero de este señor no conozco nada de su obra, solo que fue muy critcado por los impresionistas y modernistas, sobre todo Picasso; lo que quiere decir que tengo que informarme y estudiarlo . Un abrazo Nina

Turulato dijo...

Nicolas Poussin nació en Francia en Junio de 1594,cerca de Les Andelys -Normandía- y fue el fundador y máximo representante de la pintura clasicista francesa del siglo XVII.
La lógica, el orden y la claridad fueron virtudes esenciales en su trabajo e influyó de manera decisiva en el devenir del arte francés.
En los años que vivió en Roma se dedicó a satisfacer su pasión por la antigüedad, enfocando su pintura hacia asuntos bíblicos y mitológicos. (¿Qué iba a hacer sí quería comer?).
Los cuadros que realizó entre 1643 y 1653 constituyen la mas pura encarnación del clasicismo francés. Sus creencias artísticas se convirtieron en el dogma del estilo academicista francés del siglo XVIII.
Falleció el 19 de noviembre de 1665.
Para los curiosos, tiene un cuadro sobre la aparición de la Virgen del Pilar a Santiago "el Mayor".

Anónimo dijo...

Llego tarde y ya casi todo está dicho; podría añadir que cuando Zeus obligó a Tetis a casarse con un mortal (Peleo), se prometió a sí misma que ninguno de sus hijos llevaría la sangre mortal de su esposo; así que lanzó a sus seis primeros hijos a la hoguera con la esperanza de que el fuego quemara en ella todo cuanto no fuera divino, ninguno sobrevivió, pero cuando intentaba echar al fuego al séptimo, Peleo se lo impidió – lo que no sé es dónde estaba las seis veces anteriores – y salvó así la vida de Aquiles.
Al final Tetis se reconcilió con su hijo y se dedicó a protegerlo y por tanta protección es por lo que sucedió lo del talón.
Hay un dato curioso de Héctor que cuenta que cuando se despide de su esposa Andrómaca y su hijo pequeño, éste se asusta tanto al verle con el imponente yelmo de bronce con cresta de pelo de caballo que no quiere besar a su padre, entonces Héctor se quita el yelmo y abraza su hijo, al que no vería nunca más.
También cuentan que cuando se supone que huye ante Aquiles dando tres vueltas a las murallas en realidad lo que quería era cansarlo pues sabía que Aquiles había estado inactivo durante un tiempo y por lo tanto no estaba en su mejor momento, pero no debía de ser así pues no le sirvió de nada.
Un saludo

Turulato dijo...

Se me olvidaba; de puro obvio...
El "flechazo", un "churro"... Si, el que alcanza a Aquiles en el talón, le "casca" el tendón y soluciona el problema que tiene la ciencia de nominar sus "cositas".

Cualquier "tiro" que alcanza en la realidad un blanco pequeño, no iba dirigido a ese sitio. Se apunta a lo más grande, al centro de algo, en la esperanza de que "pringue" carne, aunque se desvíe..
Y por muy príncipe que fuese París, apuntar al centro del talón de un blanco móvil y atinar.. ¡Pffff!.
Pura "potra", que deciamos de niños.

lil dijo...

No sabes cómo me ha gustado esta historia de Aquiles contada como tú lo has hecho, hasta con elementos de humor. La historia relatada como lo haces, resulta mucho más accesible, más cercana. Sí, todos tenemos nuestro tendón de Aquiles...

Un abrazo

Luis Caboblanco dijo...

Hola a todos otra vez.

Jubilado, buen apunte. La armadura se recuperó en un maravilloso estado de conservación e incluía un magnífico casco, hecho a base de colmillos de jabalí.

Nina, no conocía esa otra cara de la leyenda, pero casi me parece más hermosa. En cuanto al cuadro, puse “Aquiles” y “Nicomedes” y apareció una multitud de imágenes; elegí esa porque era la que más me gustaba, pero me sorprendió la debilidad de los pintores del renacimiento por ese motivo artístico.

Turulato, ¡gracias por venir al rescate artístico! Cuando bajé la imagen no conocía al autor pero tú ya nos ha puesto sobre la pista del autor; y celebro que se dedique a motivos mitológicos. A mi me encantan… y se comprenden fácilmente.

Leo, ignoraba que ambos héroes se entretuvieran dando vueltas a Troya pero, de ser así, seguro que habría tenido un puntito cómico bastante importante… o, a lo mejor, Héctor pensó que ganando al griego en una carrera daría un golpe moral a los ejércitos invasores.

Gracias a todos por participar. Siempre sumando...