martes, 16 de mayo de 2006

Espartaco, el esclavo que puso a Roma de rodillas


La historia de Espartaco es realmente increíble. Nuestro “amigo” se enfrentó a Roma, el Imperio más poderoso de la antigüedad, en la misma Italia, en el salón de su propia casa... Y para hacerlo, comenzó con las manos vacías, pues no poseía, literalmente, ni una camisa con la que cubrirse. Era un esclavo, un prisionero condenado a muerte. Más tarde, reunió una chusma compuesta por toda suerte de aventureros, esclavos huidos, antiguos libertos y criminales de la peor especie, les proveyó de armamento casero y les lanzó a luchar contra las legiones de Roma, seguramente confirmadas ya como la mejor infantería del mundo. Lo normal hubiese sido que ese conglomerado de personas e intenciones hubiese sido masacrado por soldados bien entrenados. Pero eso nunca ocurrió, y Espartaco ganó una batalla tras otra. Más cuidado… no debemos caer en la tentación de contemplar a éste antiguo gladiador tracio como lo que nunca fue, ni revestir su alma de buenas intenciones y sueños de libertad para los suyos, que seguramente nunca tuvo. En esta historia, nada es lo que parece…
La historia comienza en el año 73 a.C. en Capua, donde un tal Lentulo Batiato (o posiblemente Lentulo Vatia) regentaba una escuela de gladiadores. Según Plutarco, que escribió sobre los hechos que nos ocupan casi un siglo más tarde, las condiciones en la escuela de Lentulo eran especialmente duras, y se mantenía a los gladiadores en el más estrecho confinamiento, aunque en defensa del Lanista, hay que decir que tener a cargo tres docenas de gladiadores no debe acarrear los mismos riesgos que establear un rebaño de ovejas. Entre ellos se encontraba un tracio conocido como Espartaco. “Spartakos” es un lugar de Tracia, a medio camino entre las actuales Grecia y Bulgaria y, como un esclavo no deja de ser un bien, y los bienes no suelen venir con nombre puesto, es posible que nuestro protagonista recibiera ese nombre de Vatia. Sobre su origen, poco se sabe. Parece que fue primero pastor, y luego auxiliar en alguna unidad militar romana sin rango legionario. Tras abandonar el ejército, Espartaco se convirtió en bandido y pasó los días asaltando a los caminantes que se aventuraban solos por los peligrosos caminos tracios. Capturado y condenado a muerte, a sus captores les pareció una tonta pérdida de dinero no aprovechar sus cualidades físicas y su manejo de la espada y fue vendido a Lentulo: era un combatiente feroz, estaba entrenado en el manejo de las armas y – ante la Ley – ya estaba muerto.
Puede ser que el trabajo no le gustara, quizá por el sueldo – es un decir – o puede que porque tener contrato indefinido como gladiador era como no tener nada… el caso es que escapó y después de asaltar la cocina de una taberna con aquellos que quisieron seguirle, seguramente para proveerse de cuchillos, la suerte hizo que encontraran en su camino un carromato con armas y protecciones para gladiadores, quizás los mismos con los que se suponía iban a morir en el espectáculo de Capua. Tras equiparse a conciencia, el pequeño grupo subió al Vesubio e instaló su campamento en medio del cráter. Aún sin Internet ni SMS, la noticia se propagó como un reguero de pólvora y pronto, el pequeño grupo comenzó a recibir un goteo incesante de esclavos huidos, la mayoría de ellos tracios y galos. Pronto se convirtieron en una molestia tan importante, que el Senado de Roma mandó a un tal Apio Pulcer al mando de tres mil hombres para limpiar el Vesubio de esa plaga. Atrapado cerca del cráter, Espartaco demostró a las primeras de cambio su habilidad táctica, producto sin duda de sus años de servicio en el ejército romano. Aprovechando que una de las laderas no estaba vigilada por considerarla los romanos inaccesible, los hombres del tracio tejieron una especie de cuerdas a base enredaderas, descolgaron sus armas, luego se descolgaron ellos mismos, y se fueron a la carrera, deslizándose a través del cordón romano y esperando pacientemente a que anocheciera… para pasar a cuchillo a sus sitiadores y equiparse con lo mejor del armamento legionario… a la salud de Pulcer al que, al parecer, no dieron tiempo ni a despertarse.
El éxito era un arma de doble filo. Al demostrar que podía sobrevivir y prosperar, atrajo a mas seguidores pero, cuantos más fuesen estos, más salvajes deberían ser sus saqueos para alimentarlos, y más violenta sería la respuesta de Roma. De todas formas, lo que más ayudó a Espartaco en su política de reclutamiento fue el egoísmo y la brutalidad de la élite romana. Desde las guerras con Aníbal, el campo italiano sufrió un terrible descenso demográfico debido a los enfrentamientos armados y a las obligaciones con el ejército – aún no era profesional – de los pequeños agricultores y propietarios. Por eso, al caer estos en combate o convertirse en tullidos, los grandes latifundistas compraban sus predios por cuatro duros y ponían a trabajar en ellos a todos tipo de animales: caballos, bueyes… y esclavos. Esas misma villas y granjas maravillosas son las que Espartaco se dedicó a saquear durante meses, y esos mismos esclavos la infantería que engrosaba sus ejércitos. Se saquearon ciudades importantes, antiguos dueños eran asesinados a discreción, se incendiaban puertos y cosechas, y los sucesivos ejércitos que Roma mandaba contra ellos eran caneados, también sucesivamente, sin demasiadas dificultades.
En el 72 a.C. los romanos le tomaron en serio, y recurrieron a Craso, el hombre más rico de Roma y un gran general, para intentar detenerlo. El porqué de la elección de Craso es fácil de comprender: con la mayoría de ejércitos romanos en Hispania o Grecia y sin dinero en la caja por el lamentable estado del campo y la industria en la mitad sur de Italia, Roma no tenía soldados ni dinero con el que pagarlos. Craso era el único que podía levantar varias legiones de la nada. Y no cabe duda que Craso era un patriota, al menos a su estilo. Varios rechazaron antes el puesto, debido a la escasa gloria que podía ofrecer vencer a un ejército de esclavos, mientras que la desgracia para la familia en caso de ser derrotado por ellos era inmensa.
Mientras tanto Espartaco, algo alarmado ante las dimensiones que había cobrado su “armada” y puede que también preocupado por los diferentes intereses que se defendían entre los suyos, negociaba con piratas cilicios el traslado de sus huestes a Sicilia, para que desde allí cada cual pudiese buscar su propio destino. Una vez entregado el dinero, ni hubo barcos, ni piratas ni nada de nada; Espartaco fue víctima de la primera estafa masiva de la época… con casi 100.000 afectados… justo el tamaño de su ejército en esos momentos. Condenado a dar media vuelta y ya sin dinero, un par de encuentros victoriosos frente a las tropas romanas, más que animarle, le convencieron de que su suerte estaba echada, y despachó mensajeros a Craso para intentar un acuerdo. Éste, percibiendo al instante la debilidad por la que pasaba su enemigo, se lanzó a la batalla. El encuentro fue extraordinariamente feroz, como cabría esperar de la desesperación de unos y otros. Espartaco debía contar aún con unos 80.000 hombres pero la disciplina de las legiones resultó decisiva. En un último esfuerzo por cambiar el sentido de la marea, Espartaco se lanzó en persona hacia Craso:
Y así dirigiéndose hacia el propio Craso por entre las armas y los heridos, acabó su ejército por perderlo de vista, matando si embargo a dos centuriones que le atacaron a la vez. Al final, cuando todos los hombres que se apiñaban a su alrededor ya había caído, él encontró su final.
Craso crucificó a seis mil prisioneros a intervalos regulares a lo largo de la Vía Apia, desde Roma hasta Capua. Sus cuerpos permanecieron allí siete años. Los romanos jamás encontraron el cuerpo de Espartaco. Al hombre que se enfrentó a un Imperio, que inspiró un ballet, varios libros y películas y hasta una tendencia política le hubiera divertido especialmente su actual papel de icono gay masculino. Pero las pruebas no apoyan a aquellos que ven en el una especie de Che Guevara de los Apeninos. Nunca combatió la esclavitud como tal. Espartaco fue atrevido, un general especialmente notable y un líder carismático, pero las fuentes históricas no nos dicen, y no deberíamos suponerlo, que Espartaco fuese un buen hombre, como quiere hacernos ver la impresionante película de Kubrick, aunque bien es cierto que la frase de Michael Douglas a Jean Simmons es lapidaria...
"Vivir con miedo... eso es lo que significa ser esclavo"

26 comentarios:

Juan Antonio del Pino dijo...

Parece que la realidad histórica desluce un poco la realidad cinematográfica que tenemos todos en mente (y para que no haya dudas:sólo ha habido un Espartaco, y ese fue Kirk Douglas), pero siempre interesante. El personaje de Craso, sin embargo, me temo que no habrá variado tanto, los poderosos parece que siempre han sido y son así (aunque, si no yerro, tuvo su "merecido" cuando se lió con los ¿partos?).

Ahora que recuerdo, la rebelión de los mercenarios cartagineses no ha tenido tanta atención ni tanto glamour holliwoodiense. Y acabaron bastante mal, los pobres.
saludos y, como siempre, un placer leer tus posts.

Anónimo dijo...

Supongo que a Espartaco le sucedió lo mismo que a otros que se enfrentan con un poderoso, primero tiene éxito, pero por la falta de preparación, quizás por su misma incredulidad de que pudiera salirle bien y que la gente que le sigue no forma un grupo homogéneo con unas normas bien establecidas, el éxito acaba arrollándolo y se le va de las manos.
Un abrazo

Anónimo dijo...

El gladiador tracio Espartaco jefe de los exclavos sublevados contra Roma era un poquillo brutico,se lo exigía su profesión y la fe que en el pusieron los esclavos.Derrotó a varios cónsules romanos, devastó la Lucania y pasó a Sicilia. Ocho legiones furon necesarias para acabar con el.Su nombrese utiliza como símbolo de reivindicaciones sociales.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Pompeyo y Lúculo se encargaron después de atajar cualquier resto de rebelión,capturando y crucificando esclavos fugitivos.
Siguiendo con la adaptación al cine de este personaje legendario, me surge una duda,¿tuvo alguna veracidad histórica la presunta rebelión que encabezó el hijo de Espartaco?... Es que me he acordado de la película del mismo título.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Bueno, hoy en dia se piensa que deliberaramente se ha confundido la historia de espartaco. Pero lo mas increible es que fue difundida por los propios romanos.
Antes que nada, unos cuantos antecedentes para que me pueda explicar el porque de la leyenda:
1º- Las guerras civiles entre los partidarios de Mario y Sila habian descolocado a mucha gente. Tanto los perdedores, que trataban de esconderse en las provincias o en sus feudos, (por ejemplo Quinto Sertorio en Hispania) lo cual daba mucha gente con ganas de pelea contra el regimen reaccionario de Sila y sucesores.
2º- Las guerras italicas: muchos grupos de italicos que habian combatido contra roma tampoco estaban de acuerdo con el resultado de la guerra (logico, perdieron). Y todavia quedaban focos de ese momento. Por ejemplo Nola no se habia rendido a Roma hasta hacia poco.
3º- Se piensa que Espartaco era un romano. Posiblemente desertor del ejercito. Como a los romanos no les hubiera gustado que "Tito Pullo" luchara en la arena, les cambiaban el nombre. Pero gran parte de los gladiadores de la epoca eran desertores romanos.
Por eso se explica que Espartaco supiera como luchar y como vencer a Roma.
4º- La escuela de Lentulo Batiato (que se cree que la administraba a Lucio Marcio Filipo, padrastro de Augusto), era de las mas duras de la epoca. De acuerdo, no era un internado de señoritas, pero tenia ciertas caracteristicas que la hacian dura. Por ejemplo, habia una ley no escrita en la que se decia que si un gladiador lograba salir vivo de 20 combates o 10 años de lucha, se le temdria que dar la libertad. Esto aqui no pasaba. Batiato se habia especializado en comprar lso gladiadores mas bestias o los que nadie mas quisiera para hacer combates, generalmente a bajo precio y a muerte, cosa que no ocurria en otros centros similares.
Habia puesto una fortaleza para mantener a los esclavos, pero, lo hizo tan bien, que cuando estos se empezaron a rebelar, la guarnicion no pudo unirse y sofocar la revuelta.
5º- Craso estaba buscando una campaña para conseguir fama. Con Pompeyo en Hispania y Luculo en Asia, asi que pensó en la campaña contra alguien que habia derrotado a varios generales. Y lo hizo a su manera. Lo primero, diezmo a las legiones consulares. Luego, logró cercar a Espartaco, y cuando logró acabar con su ejercito, con los 6600 supervivientes, en lugar de venderlos como era su derecho, los cruficico en la via apia. Dicen que le dio la idea Cesar, al observar que la via tenia 6600 pasos entre Roma y Capua.
Por cierto, solo recibio una ovacion y aun y todo le costó que el senado se la diera.
Si, hubo revuelta de esclavos, pero habia mas integrantes Samnitas y populares de lo que se piensa en el ejercito de Espartaco.
Sobre su fin, hay dudas. Unas fuentes dicen que en combate trató de acercarse a Craso y que lo mataron. Otros dicen que le vieron caer desjarretado, y que tras eliminar a dos centuriones, una montaña de muertos le cayó encima, desapareciendo de la historia.Y años mas tarde, varios hombres que le conocian, juraron haberle visto. A saber, en Mexico todavia ven a Maximiliano Zapata en su caballo, y en las Vegas a Elvis.
Es mas la idea de lo que representaba Espartaco lo que debemos recordar, mas que otra cosa.
Edem

Luis Caboblanco dijo...

Hola a todos,

Juan P, a Craso se le ha querido presentar como un incapaz que unió su suerte a Julio Cesar y Pompeyo en el primer triunvirato pero, a mi juicio, no es así. La campaña de Carrhae, sin embargo, si que es cierto que estuvo mal concebida desde el principio. El asunto da para un buen post pero, básicamente, se internaron en el desierto con grandes temperaturas, dependiendo de lineas de suministro excesivamente largas y sin adecuadas fuerzas de caballeria que compensaran la superioridad de los jinetes partos. Sobre la rebelión de los mercenarios cartagineses, imagino que te refieres al levantamiento de estos en la misma Cartago, cuando el senado cartaginés fue incapaz de hacer frente a sus salarios.

Leo, parece que hubo fuerte tensiones entre el grupo de seguidores tracio de Espartaco y el componente galo. Estos últimos estaban mandados por dos individuos, Criso y Enogao, y sus relaciones con Espartaco no fueron siempre las mejores posibles.

Marian, según las fuentes, la esposa de Viriato, llamada Varinia, fue liberada junto con su hijo y enviados ambos a la Galia Transalpina, de donde era originaria. Además se le entregó una buena suma de dinero, no me preguntes porqué...

Edem, efectivamente, Craso diezmó las seis cohortes que sufrieron la primera acometida de Espartaco a los pies del Vesubio. Curiosamente sí que se otorgó a Pompeyo un triunfo de buena fe por parte del Senado, y eso que lo único que había hecho fue rematar el asunto capturando a los restos de los supervivientes. Con tu permiso, aclaro lo de "Ovación" para que todo el mundo sepa por donde andamos; la "Ovatio" era una versión disminuida del "Triumphus". Mientras que éste último implicaba la entrada en Roma en solemne procesión, coronado de laurel, la ovatio "solo" habilitaba para hacerlo montado a caballo con una corona de mirto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Espartaco es para mi K.Douglas.Por eso no me ha despertado nunca mucho interes historico esta figura.Seguramente porque hay algo de falso en la pelicula que no acaba de ser creible.Hoy que he aprendido mas de este personaje y de su historia,me atrae mas.
Gracias por seguir mostrando y enseñando

Anónimo dijo...

Hola Caboblanco:
Precioso artículo, muy completo y muy documentado.
pero esto no es decir nada nuevo, pues ya nos tienes acostumbrados a esas maravillas.
Conocía la historia real de Espartaco y es increible la manipulación que hacen algunos escritores de los hechos escritores y sobre todo el provecho que sacan en Holywood de esos temas, pero hay tantos ejemplos de manipulación y tergiversación de los hechos históricos por parte de los americanos que no extraña una más.
Muy intereante la aclaración del la ovación y el triunfo.
Un saludo
José

Mayte dijo...

Estupendo artículo como siempre lleno de datos que nos dan otra visión sobre historias que podemos conocer o no.

Espartaco...ha sido todo un mito, para desgracia suya, no se penso que podría llegar a tanto y los resultados...a veces no son lo esperado.

Muy bueno.

Bikos.

Anónimo dijo...

Veamos:
Un Triunfo era el maximo honor que podia conseguir un general de la epoca republicana. Tenia que haber sido otorgado por sus hombres en el campo de batalla, nombrandole Imperator (no confundir con el titulo de Emperador instituido por Augusto). Por supuesto, el Senado debia refrendar este honor, pero generalmente lo daba. Tenia que haber matado su ejercito a 5000 hombres o mas, que no tenian que haber sido esclavos ni compatriotas (si bien esto se obviaba resaltando las tropas auxiliares o elementos no romanos del enemigo (Juba en el caso de Cesar en Africa, etc).
Si todo habia marchado bien, es decir, las tropas y el Senado coincidian, el triunfador iba hasta el campo de Marte a esperar el dia del triunfo. Asi no perdia su Imperium. Con el iban tropas escogidas para representarle.
La disposicion del triunfo era mas o menos asi:
Por delante, iba el triunfador en un carro triunfal de dos caballos. Iba en armadura, con la cara pintada de rojo (nimiun) en honor al Gran Dios. Este, una estatua de Jupiter Optimus Maximus, era una estatua de Terracota etrusca de color rojo, de ahi el color de la cara. A su lado, iba un esclavo que le decia cada cierto tiempo eso de "recuerda que eres un hombre".
Detras suyo, iban las tropas escogidas, en reprensentacion de la/s legion/es que habian participado en la batalla. Sus lanzas estaban puestas con la punta hacia abajo y engalanadas de Laurel (estaba prohibido entrar con armas en el Pomerium). Despues de ellos, desfilaban carrozas con actores representando las escenas de las batallas o actos importantes, carrozas echas por ellos mismos. Era una parte muy importante y Cesar dedicaba dias a ellas, por ejemplo.
Despues de las carrozas, desfilaba el botin cogido a los cautivos, para ver los tesoros que el general llevaba a Roma. Y despues de todo esto desfilaban los prisioneros y sus jefes. Estos, habian sido bien tratados e iban con sus mejores galas, para demostrar al pueblo de Roma que eran grandes jefes que hubieran podido derrotar a Roma. En la mitad del desfile, a los grandes jefes cautivos se les conducia al Tullinarium y se les desnucaba o se les dejaba morir de hambre alli.
Terminado el desfile, el vencedor se postraba ante la estatua del Gran Dios y cedia parte de su botin privado (por tradicion el producto de la venta de los esclavos estaba destinado al General) a la realizacion de un templo que recordara sus victorias, con parte del botin.
Finalmente, daba una fiesta a las clases altas de Roma. Se solia invitar a los Consules, pero estos solian declinar comparecer, para que nadie empañara u oscureciera el dia del vencedor. Es por eso que se mantenian en un segundo plano tambien durante el desfile.
La ovacion era mas o menos similar, pero con algunos detalles.
Para empezar, el vencedor iba a pie, sin pintura en el rostro. (A Craso se le dejó ir a caballo, en parte porque al año siguiente seria Consul... con Pompeyo).
Generalmente no mostraba el botin, ya que al ser botin capturado a los esclavos debia ser devuelto a sus propietarios.
Una vez en la estatua del Gran Dios, el vencedor le ofrecia una obeja u otro animal, y recibia gritos y aplausos de los Senadores y el Pueblo unidos... y se acabó.
En esta categoria entraban los esclavos, las guerras civiles y todos aquellos ejercitos que no pasaran de 5000 hombres, si bien el Senado hacia la vista gorda muchas veces (componentes no romanos en el ejercito de la guerra Civil, etc).
Espero que os haya servido.
Roma Victix.
Edem.

Anónimo dijo...

Quizás las peliculas nos hagan creer en la versión más amable de la historia y nosotros en nuestra imaginación damos por bueno el dato y los arropamos como héroes cuando tal vez lo fueron menos.
Hace mucho que vi esta pelicula, pero se me quedó grabada la crucificción. Ver tanta cruz me dejó impresionada.

Cuentas las historias como nadie, nos enseñas y además gratamente.

Besos muchos

Luis Caboblanco dijo...

¡Leche! hacer un comentario como ese Edem, ¡eso si que es un triunfo!... para mi blog se entiende... :-)

mixtu dijo...

Spartakus foi sempre uma figura histórica que me marcou, li o livro de h.fast quando era niño...
Esxcelente relato histórico e li tambien tu post sobre sexo en la biblia, um articulo muy interessante, la historia, desde siempre me a encantado, non es mi formation académica pero es mi lectura.
Abraço fuerte de portugal

Anazia dijo...

Yo no veo bien que se intente crear una imagen equivocada de un personaje para vender más y tener más beneficios. No veo justo que quieran darle al público el Espartaco que les gusta, si fue cruel, ¿qué hay de malo?

Las películas que quieren aprovecharse de la historia deberían ser fieles...

Lunarroja dijo...

Es lo que tiene el cine: Espartaco siempre será Kir Douglas, con su hoyuelo tan característico...

Buenísima la frase que citas. Y muy cierta.

Anónimo dijo...

Una vuelta de tuerca a la historia tal y como nos la hizo ver el cine. Mucgaras gracias por la correcta información.

almena dijo...

saludos, Caboblanco.
Es una gozada post y comentarios.
Yo, sólo disfrutarlos :-)

un abrazo!

Isabel Barceló Chico dijo...

Creo que más allá de los datos de la historia de Espartaco y de los adornos y/o tergiversaciones que hiciera sobre ella el cine, lo cierto es que es un personaje bastante idóneo para encarnar la aspiración de libertad. Primero, evidentemente, porque no era libre y se rebeló contra ello. Segundo, porque estaba condenado a perder cuando a todos nos hubiera encantado que ganara (imaginariamente hablando, claro) y tercero, porque nos resulta muy fácil identificarnos con su lucha. En definitiva, la libertad es un concepto histórico y, como tal, se va transformando. Seguramente la garra que tiene el personaje es que puede adaptarse a esas transformaciones de la idea de libertad. Y bueno, la crueldad que empleó, la ausencia de un proyecto que fuera más allá de librarse de su esclavitud, los fallos que sin duda tuvo, se nos antojan perdonables.

A la magnífica descripción que ha hecho Edem de un "triunfo", me atrevería a añadir un detalle, y es que se montaban carros con las armas arrebatadas a los vencidos, de tal modo que chocaban entre sí con el movimiento dando lugar a un gran estruendo. Esto evocaba el fragor de la lucha y ponía la piel de gallina a los romanos y romanas que presenciaban el desfile.

Hay que ver cómo nos animas a todos, caboblanco. Sigue así.

Juan Antonio del Pino dijo...

En defensa de la película:
Que la dirigió Kubrick
Que la guionizó Dalton Trumbo, uno de los cinco de Holliwwood represaliado por el Comité de Actividades Norteamericanas del Senador McCarthy.
Que fue Kirk Douglas quien insitió en que Trumbo hiciera el guión (y lo firmara con su nombre)
Que además de Kirk estaban el señor Charles Laugthon, el señor Sir Laurence Olivier, mister Tony Curtis...
Que también estaba una magnífica Jean Simmons.
Que hay escenas conmovedoras y desesperadas, que no se trata de una visión idílica en technicolor de Roma, que los personajes destilan humanidad y dramatismo.
Que ha sido durante mucho tiempo la única peli de romanos en la que no aparecía Jesucristo ni se hacía referencia al cristianismo.
Que para entonces la historia de Espartaco se había mitificado (me acuerdo ahora de la Liga Espartaquista alemana)y el film habría que juzgarlo más como metáfora del ansia por la libertad del ser humano que por su rigor histórico.
Que además es una película por la que no pasan los años y se visiona todavía con emoción.
Si non e vero e bien trovado

tayeirand dijo...

Llevo meses recalando en el blog, sencillamente me encanta. Tu forma de contar historias (Historia) es una maravilla: muy conciso, muy cercano y muy ameno.

No sabía que hubiese un ballet de Espartaco, la verdad es que no me lo imagino dando saltitos sobre las puntas de los pies XD.

Un placer leerte.

Santino dijo...

Caboblanco, este blog es una auténtica maravilla. Además de que el período histórico que tocas es mi preferido (el mundo antiguo) consigues contar la historia a través de una prosa agradable y amena. Me parece que este blog es una descomunal fuente de conocimientos, algo que es muy de agradecer teniendo en cuenta el tipo de blogs que proliferan en internet.

En estos momentos dispongo de escaso tiempo para dedicarme a la lectura, porque me estoy preparando unas oposiciones y se acerca el examen, pero te diré algo que no suelo decir con mucha frecuencia (sólo lo dije en dos blogs más): me gustaría leer tu blog entero, desde la primera entrada, tranquilamente, para asimilar todo lo que hay. Y te aseguro que en cuanto esté más libre lo haré, porque estoy seguro de que, viendo lo visto, voy a disfrutarlo mucho.

Un auténtico placer leerte.

Luis Caboblanco dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios de ánimo aunque, siendo un poco egoista, me ayudaría más que me comentarais defectos :-)

es broma..

Kujavi dijo...

Hombre, si la historia la escriben los vencedores (en este caso, los romanos) es lógico que no pinten a Espartaco como un héroe.

Las crónicas cristianas de la edad media hablan de Pelayo como un gran caudillo y un liberador, mientras que las musulmanas lo tachan de "bestia incivilizada".

Todo depende del cristal con el que se mire. Por desgracia, los esclavos muchos libros creo que no dejaron :D

mensajes claro dijo...

Todo depende del cristal con el que se mire , De eso no hay duda.

MOSFERA dijo...

EN FIN, TODO DEPENDE

Anónimo dijo...

"no debemos caer en la tentación de contemplar a éste antiguo gladiador tracio como lo que nunca fue, ni revestir su alma de buenas intenciones y sueños de libertad para los suyos, que seguramente nunca tuvo"

Ajá, ¿y tú cómo sabes esto? ¿Acaso tú sí sabes lo que fue y lo que no fue?

Espartaco dirigía un ejército de esclavos, es decir: seres humanos tratados como meros objetos durante generaciones. Pedirles buenos modales en medio de una guerra es ridículo. Las crónicas romanas señalan que era un individuo inteligente, culto y también justo, que no estaba interesado en botines ni en convertirse en rey, de hecho su plan original era simplemente salir de la península itálica con todos los esclavos hacia la libertad.

La conducta de Espartaco y su ejército no fue más brutal que la de cualquier legión romana en cualquier guerra. Pero ya sabemos que la violencia de los oprimidos tiene mala prensa. Un ejército mata y es "la guerra", así que mostramos comprensión. Matar por dinero, por tierras, por recursos, eso es perfectamente comprensible, sobre todo si se hace con reluciente uniforme. Pero curiosamente nunca perdonamos a quien mata porque no tiene más salida, ¿Y qué salida tenían Espartaco y los suyos? No podían convertirse en extras de Hollywood ni montar un circo. Si a alguien puede justificarse la guerra es a quien la hace porque no tiene más remedio.