viernes, 7 de octubre de 2005

La huerta del tesoro

La mañana se había levantado extrañamente brumosa… casi parecía que el día no se había atrevido a despuntar. En el pueblo, apenas se podía oír algo más que el ladrido descompasado de algunos perros o el triste relinchar de una mula de la que alguien se había desprendido y que vagaba por la calle principal, abandonada a su suerte. Los pocos que se habían atrevido a quedarse, andaban por los campos, buscando maderos para apuntalar las puertas y ventanas de sus casas, y ocultando a sus hijas en sótanos y agujeros cavados a toda prisa. En medio de este silencio, una forma oscura se movía por las calles apresuradamente mientras aferraba con fuerza una enorme bolsa que cargaba sobre su espalda con cierto esfuerzo. Cuando llegó al borde de la tapia que delimitaba la primera huerta, se detuvo, apoyó su mano en la valla y, llevándose la otra al rostro, rompió a llorar. Mientras destilaba sus lágrimas, recordó como, hace días, había irrumpido en su Iglesia un hombre procedente del sur, que se decía cristiano, y que juraba por su madre y la Santísima Virgen que los invasores galopaban como demonios, destrozando un ejército tras otro, asesinando a hombres y mujeres... ¡incluso se decía que atravesaban el torso de los frailes con las mismas cruces que momentos antes custodiaban…!

Mientras intentaba escapar de sus pensamientos, rezó una oración y se prometió a sí mismo que al él, no le encontrarían… ni a él, ni a lo que transportaba…

Y se puso a cavar…


Siglos más tarde, el azar quiso que unas fuertes lluvias caídas sobre Guadamur, junto a las huertas de Guarrazar, en la provincia de Toledo, dejaran al descubierto el contenido de esa bolsa. Era el mes de agosto de 1858. Una pareja de labriegos y el campesino que les acompañaba se encontraron con ella al final de su jornada, fragmentaron su contenido y decidieron venderlo a distintos plateros toledanos, sin saber que entre sus manos refulgía el conjunto de orfebrería goda más importante del mundo… un conjunto de coronas y cruces, que databan de la época de los reyes Suintila y Recesvinto y que, acomodadas en un hermético lugar y aliadas con la suerte, habían evitado los efectos de la invasión musulmana. Tan solo la naturaleza y los elementos fueron capaces de devolverlas a la luz, muchos siglos después.

La parte menos amable de esta historia, es que desde entonces, el contenido de aquel zurrón, el llamado Tesoro de Guarrazar, no ha hecho sino mermar; Además de las pérdidas subsecuentes a su hallazgo y la venta posterior de partes parciales del mismo, con el transcurrir de los años ha sufrido diferentes expolios y manipulaciones defectuosas, así como varios robos, como el de la corona de Suintila en 1921. Por otro lado, para acabar de enredar el entuerto, la parte que ha sobrevivido hasta nuestros días está fragmentada entre tres instituciones culturales de primer orden: el Museo Arqueológico Nacional y el Palacio Real, en España y el Museo Nacional de la Edad Media de Cluny en ese país de esquilmadores napoleónicos de patrias ajenas también conocido como Francia. En Paris, entre otras cosas, descansa un colgante de singular belleza, en forma de “R”, faltante de la leyenda “RECCESVINTUS REX OFFERET” que el visitante del Arqueológico puede leer en la corona de Recesvinto.

El porqué de la presencia de piezas del tesoro fuera de nuestro territorio merecería un capítulo aparte. José Navarro, un orfebre con una acusada carencia de escrúpulos, malvendió una parte al gobierno francés, a principios del siglo XX. En 1940, durante la ocupación nazi de Francia, la España de Franco trabó conversaciones con la Francia de Petain y pudimos recuperar las piezas que ahora reposan en nuestros Museos, gracias a un intercambio que nos reportó además, la Dama de Elche y la Inmaculada de Murillo, entre otras obras maestras del arte español.

El Tesoro de Guarrazar, aparte de su singular belleza y del torrente de sensaciones que provoca en el visitante que lo contempla - doy fe de que es así...- tiene una importancia capital. Por un lado, sus piezas son una muestra de la mejor tecnología orfebre visigoda, aliada de los modelos estéticos bizantinos que triunfaron en la segunda mitad del siglo VII d.C. Además, la calidad del oro utilizado, y la sensibilidad de la que hacen gala todas sus piezas, nos sugieren un orfebre con una capacidad fuera de lo común. Aprovechemos para disfrutarlo ahora, que está en manos de todos nosotros, antes de que la casualidad o la falta de escrúpulos de algún patán menoscaben sus virtudes, una vez más…

17 comentarios:

almena dijo...

Doy fe de su belleza increíble y de la emoción que proporciona poder admirarlo. Sólo conozco la parte que de él guarda el Museo Arqueológico. Y sí, es realmente un tesoro.

Un abrazo, Caboblanco

Anónimo dijo...

El expolio sufrido afecta a todas las muestras del arte en nuestro país, este es un tema que expuso muy bien Marrakech en su post del día 29 de Mayo titulado Ausencias.
Otro buen y ameno relato que nos proporcionas, muchas gracias.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Estuve en el Arqueológico hace mucho, y por supuesto no recuerdo nada del tesoro que aquí mencionas. Como dianora, ya hay una excusa para repetir. Qué bien lo cuentas. Me estoy enganchando (me vendrá bien, pues tengo unas enormes lagunas en Historia).

Raúl dijo...

Gracias por tu visita a mi blog, de hace algunos días, sólo hasta hoy he podido acceder al tuyo. Me parece bien interesante lo que comentas de los tesoros históricos españoles. Aquí en Colombia hay, también muchas "joyas" (algunas en piedra, otras en oro, etc) que se han perdido progresivamente por el tráfico arequeológico. Es una verdadera pena que eso suceda, sea legal o ilegalmente.
Saludos!

Anónimo dijo...

Hoy me he puesto al día leyendo los tres últimos post.
En primer lugar... interesante y acertado debate sobre 'la humanidad'.
En segundo, como siempre aprendiendo.
Expolios de este tipo, y peores, se producen en todo el mundo. Sin contar con los robos individuales. No entiendo el afán de los coleccionistas que gira alrededor del placer de la propiedad privada con tesoros históricos u obras de arte. Una pregunta, ¿qué precio económico pueden tener los tesoros históricos? ¿En qué se basan al poner un precio y no otro?

Un abrazo

Grial dijo...

No los conozco, pero lo remediaré a la primera ocasión ;)
Me gustan tus textos, una bella forma de acercarnos a la historia de forma amena ;)
Buen fin de semana, un beso :)

Anónimo dijo...

No he visto el Museo Arqueológico Nacional, pero desde luego no me quedaré con las ganas después de leer tu post.
Un beso sigue enseñandonos porciones del pasado.

Anónimo dijo...

Nuestros blogs no están en la misma línea, pero para mi hay algo que nos une...aquella información que al menos a mi me alimenta el alma.

Para proteger los tesoros propios de un país, hace falta -pienso yo- un grado de civilización del que muchas personas carecen. De ahí, los expolios permitidos incluso por los mismos gobiernos. Veáse el ejemplo de Egipto..
En fin, gracias por estar ahí y te seguiré visitando. Andrea

Anónimo dijo...

Como siempre un interesante y ameno post. ¡Gracias!

Luis Caboblanco dijo...

¡Hola a todos! saludos especiales a aquellos que hasta hoy no han podido acceder al blog y a Raúl, ciudadano de un país que tuve la suerte de conocer, por dos veces, hace bastantes años.

Leo, leeré el post de Marrakech con atención. El tema del expolio de obras artísticas es uno de los principales males culturales de nuestro país. Y no hay que pensar en grandes obras de arte; son imnumerables las tallas, relieves, esculturas, etc... que han desaparecido de muchas de nuestras iglesias con destino a manos privadas. La dimensión real del problema es para asustarse... e indignarse.

Hola Ana. No es extraño que no repararas en el tesoro de Guarrazar. El Museo Arqueológico es, posiblemente, el museo estatal que peor partido visual saca a sus fondos. Parece que, últimamente han decidido "dar una vuelta" al Museo. Menos mal.

¡Hola Muralla! Así que eres de Lugo. Pues tienes la suerte de disfrutar de la muralla romana más importante de España. ¿Sabes de donde viene el nombre de tu ciudad?

Hola marcarlop, no soy especialista en arte pero el valor de una antiguedad gira en torno a determinadas variables: el valor intrínseco del material, el estado de conservación, el número de hallazgos de ese tipo que se conozcan y conserven, la identificación de la obra con un personaje histórico, etc... en cualquier caso el precio es muy aproximado y fluctua con facilidad, por no hablar de la protección legal de la que gozan determinados bienes del patrimonio cultural español. Quizás Turulato, que sí sabe de arte, nos podría iluminar...

Andrea, nuestros blogs no pueden estar más en linea. Los dos escribimos con pasión, aunque apuntemos a dianas distintas. Y nosotros dos también compartimos mucho, pues nos interesamos por los sentimientos que navegan por la pantalla ajena...

A todos.. buenas noches y feliz semana.

Turulato dijo...

Hay algo que no tiene precio: Gozar del trato de Caboblanco; me sugiere que hable de tasación y sus sugerencias son órdenes. Y sabe que soy de los entendidos en una de esas cuestiones...
Pues bien, pensemos en el dinero...
El dinero es "un medio general de pago y un depósito de valor".Exclusívamente eso.
Cuando tenemos dinero sabemos lo que vale, pues está cláramente determinado por el emisor.
Pero hay "cosas" que tienen valor; a veces mucho, muchísimo, pero este no está determinado e impuesto por ninguna autoridad.
Por eso estas "cosas" no sirven como "medio general de pago", pues cada persona les atribuye una valía diferente. Con ellas sólo es posible acudir al trueque o evaluarlas en dinero.
¿Os acordáis de cuando érais niños?. Recordad los cromos... Uno tenía lo que deseábais y vosotros ofrecíais algo a cambio..
¿Cuanto?. Un coleccionista infantil está integrado plénamente en el mercado de cromos; sabe.., y siente lo que puede dar, lo que daría por y que nunca se desprenderá de..
El mercado; esa es la respuesta. El mercado es aquella institución que establece los precios; tanto de las cebollas como de los cromos.., o de las obras de arte y antigüedades.

Pero nos gusta saber sí lo que pagamos es lo que vale la cosa. En algunas todos nos consideramos expertos.. Y así va el mundo.
En otras,buscamos asesoramiento. Y este lo dan los tasadores...
Los hay buenos y malos, honrados y truhanes, listos y tontos,..; como en cualquier actividad.
¿Y cómo evalúan la cosa?. Pues por contraposición, para decirlo de una manera sencilla..

+ Ejemplares iguales o parecidos = - Valor

+ Antiguo = + Valor

+ Nivel técnico datación = + Valor

Pieza descubre "algo" (descifra idioma, aclara suceso,..) = + Valor

Mejor conservación = + Valor

+ Posibilidad de encontrar otra igual = - Valor

Mejor calidad/técnica elaboración = + Valor

Autor afamado/civilización id. = + Valor

+ Compradores deseosos = + Valor

+ De moda = + Valor

Tendencia precios pagados objetos semejantes, al alza = Tasación al alza

Precios pagados objetos semejantes = Marco de referencia

Y así, para no cansaros, se evalúan todas aquellas circunstancias que aprecia el mercado de obras de arte y antigüedades en cada momento.
Lógicamente, aquellos tasadores que atinan habituálmente con lo que acepta el mercado convierten en valor sus peritajes. Lo que dicen es admitido con más facilidad como precio de referencia y este abonado con menos discusiones.
Y creo que como idea general es suficiente..
(Consultas y tasaciones: Previa petición de hora).

Turulato dijo...

Y quiero tratar la falsificación de forma separada.
En estos momentos las falsificaciones son de tanta calidad, especiálmente en pintura, que (con honradez) debe reconocerse que son indistinguibles en la práctica.
No es ya que el artista -falsificador, si, pero gran artista- sea capaz de pintar con exactitud con el mismo tipo de pincelada; que componga igual; que su cromatismo sea idéntico..
Es que se analiza el soporte y es ¡auténtico!, pues se ha utilizado una tabla de la época, recuperada; los pigmentos son indistinguibles, pues la investigación historico-técnica ha permitido conocer su composición química, su origen... Y los han "calcado".
La temática está encuadrada en la original. Sí el copiado pintó una serie de escenas del Pentateuco, el falsificador realiza una nueva que es la lógica continuación de las originales.
Y todo así. No penséis en copias sino en obras "nuevas" perféctamente atribuibles a...
Un gran perito judicial me comentaba hace unos meses que él, en estos casos, lo que hacía era calcular lo que le había costado al presunto falsificador hacer su trabajo; sí este valor era superior al precio de mercado, la calificaba como auténtica, pues nadie gasta más en falsificar que lo que ganaría al vender....

Anónimo dijo...

Caboblanco, me va a permitir felicitar en su blog a Turulato por la excelente lección que nos acaba de dar sobre las tasaciones y las falsificaciones, ahora no tenemos disculpa para no entender el comercio del arte.
Gracias a los dos

Luis Caboblanco dijo...

Turulato, sabía que no me defraudarías. Eso es una explicación y lo demás, querer y no poder...

Anónimo dijo...

Muchas gracias a los dos, uno por pedir al otro esa interesante explicación. Y completa.
Siempre aprendiendo con vosotros...

un abrazo

Luis Caboblanco dijo...

Pues sí, Muralla. Lugo, al igual que Lugdunum (lyon) deben su nombre al Dios LUG, el dios del sol celta.

Ya hablaremos de tu ciudad..

Un abrazo

Grial dijo...

En tu blog Caboblanco no puede uno perderse ni los comentarios ;)
Un beso :)